EL COVID-19 ACELERA LA CAÍDA DE LAS REMESAS Y EL FINAL DE UN DECENIO DE CRECIMIENTO EN LATINOAMÉRICA

Las remesas son muy importantes no solo para las familias beneficiadas sino también por su aporte al PIB nacional de los países receptores.

Desde el pasado 14 de marzo –tan lejano hoy por hoy-, cuando se decreto el estado de Alarma, mucha agua ha corrido debajo del puente, tanto así que desde que la pandemia estallo en diciembre de 2019 en China se ha ido medio año de 2020  entre cuarentenas, confinamiento, desescaladas, fases, y ahora rebrotes. Nada, más de uno ya se está preparando para volver a confinarse.

Para Liz, es una mala noticia. Inmigrante Hondureña de treinta y pico años fue despedida por su empleadora apenas se supo del estado de alarma y el confinamiento. Con tres hijos a quien mantener en su país natal, mira el futuro con esperanza y angustia al mismo tiempo. Su familia depende de gran manera de los envíos que les hace mensualmente, la pandemia trajo una secuela difícil de soportar.

El Banco Mundial ya se había pronunciado en pleno auge de la crisis sanitaria. Pronostico que la caída de las remesas en 2020, producto de “la crisis económica inducida por la pandemia de Covid-19 y el confinamiento será la más abrupta de la historia reciente”. Según el organismo internacional las transferencias que los migrantes envían a sus allegados en la región llevaban 10 años registrando aumentos.

Para 2020 se calcula que la caída en ingresos por remesas será de al menos un 20%. La crisis de los mercados laborales en las economías desarrolladas incidirá en el flujo de estos ingresos, clave para los países en desarrollo siendo Europa y Asia Central la región más afectada (-27,5%). Le siguen África al sur del Sahara (-23,1%), Asia Meridional (-22,1%), Medio Oriente y Norte de África (19,6%), América Latina y el Caribe (-19,3%) y Asia Oriental y el Pacífico (-13%).

En España un numeroso e importante colectivo inmigrante procedente de América Latina y el Caribe observa impotente el desarrollo de los acontecimientos, todo hace presumir que  el continente cerrara 2020 con datos nada halagüeños. Latinoamérica cerrara un decenio de racha positiva consecutiva de aumentos en la recepción de estas transferencias, fue la región en donde más creció las remesas, un 7,4%. Los ingresos por este concepto alcanzaron los US 96.000 millones de acuerdo con el informe del BM del 2019.

Por otra parte el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prevé una caída mucho más profunda. La caída remesas podría estar en torno al 30%. Es decir, habría una pérdida de casi US 30.000 millones en términos de remesas que no se harán en el 2020.Y aunque ya es evidente que se reducirán por cuenta de la contracción económica global, aún no es posible calcular la verdadera magnitud de la caída.

Asimismo un informe reciente del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), señala que la mayoría de los grandes receptores de la región experimentaron fuertes caídas de sus ingresos por remesas: El Salvador (40%), Colombia (38,4%), Honduras (28,5%) y Guatemala (20,2%).

Por otra parte en España se vislumbra una caída importante en el mercado laboral, en la península ibérica se originan gran parte de las remesas que llegan a Latinoamérica. Para el 2020, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica una tasa de desempleo del 20,8%, mientras que el Gobierno español calcula que será del 19%.



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