Gracias al éxito de esta experiencia piloto, las actuaciones se han replicado en otras zonas verdes
El Parque de la Emperatriz María de Austria fue elegido por el Ayuntamiento para desarrollar un proyecto piloto centrado en la biodiversidad. La primera intervención, llevada a cabo en una isleta degradada de aproximadamente 700 m² situada dentro del lago del parque, ha tenido como objetivo transformar este espacio en un refugio para la fauna y flora mediante diversas acciones de naturalización y restauración ecológica.
Dentro de la isleta se ha instalado un muro de biodiversidad compuesto por gaviones rellenos de rocalla, diseñado para ofrecer refugio a la fauna e integrar vegetación con valor trófico. Además, se han plantado especies vegetales beneficiosas para polinizadores y otros animales, se ha creado una charca para la cría de anfibios y establecido una pradera seca mediterránea destinada a atraer lagartijas y aves. Se han utilizado rollos de material natural (como fibra de coco), colocados en los bordes de la isla, donde se han plantado plantas acuáticas típicas de las orillas, que ayudan a mejorar el entorno y atraer vida silvestre. En el entorno de la laguna también se han llevado a cabo mejoras, como la creación de una alineación de orla espinosa para atraer polinizadores y aves frugívoras y la instalación de cajas nido y comederos para diferentes especies, incluyendo abejorros, pájaros pequeños, murciélagos y autillos.
Gracias al éxito de esta experiencia piloto, las actuaciones se han replicado en otras zonas verdes. Además, se han incorporado criterios de mantenimiento sostenible definidos en el Plan de Fomento y Gestión de la Biodiversidad de Madrid. Entre estas medidas destacan la creación de zonas de siega diferenciadas, el refuerzo del arbolado y del sustrato arbustivo, la creación de praderas floridas con especies autóctonas, la conversión de zonas encharcadas en hábitats estacionales y la instalación de más cajas nido.
Los resultados en el parque han sido muy positivos. Se han registrado 204 ejemplares de aves pertenecientes a 26 especies distintas, así como 36 mariposas de ocho variedades diferentes, entre ellas Thymelicus sylvestris, también conocida como “dorada línea larga”, especie poco frecuente en entornos urbanos. También se han contabilizado 109 polinizadores, de los cuales 76 son abejas, lo que demuestra el impacto favorable del proyecto sobre la biodiversidad local.