Unas actividades necesarias

La quiebra de EDUCO, empresa adjudicataria del contrato de talleres para mayores del Ayuntamiento, deja a nuestros vecinos más veteranos sin este activo de primer orden para su salud y vida social. La Junta de Distrito y algunos de los usuarios nos ofrecen sus perspectivas sobre este problema

Ha llegado diciembre y nuestros vecinos y vecinas mayores siguen sin sus talleres en sus centros municipales, o al menos seguían sin ellos los últimos días de noviembre, cuando hablamos con algunos usuarios y nos transmitieron su aflicción por haberse quedado hasta el momento sin algo que era un activo de primer orden para su salud física y mental y su vida social en su barrio.

El inicio “oficial” de esta situación para ellos se producía en junio, cuando la empresa Actividades de Educación, Cultura y Ocio, S.L. (EDUCO), adjudicataria del contrato de talleres para mayores del Ayuntamiento de Madrid, dejaba de prestar el servicio. Subrayemos “para ellos”, pues los trabajadores de EDUCO venían teniendo problemas para cobrar sus nóminas o directamente no cobrándolas desde meses antes. Finalmente, en agosto, la empresa se declaraba en concurso de acreedores. “Como consecuencia de esta situación —nos explican desde la Junta Municipal del Distrito, a la que nos hemos dirigido para que nos cuenten lo ocurrido—, no ha sido posible iniciar los cursos previstos para el 1 de octubre, ya que durante el verano no se pudo garantizar la continuidad de las actividades”.

Ante esta situación, la Junta Municipal de Carabanchel nos informa de que desde dicha Administración se han adoptado “diversas medidas para garantizar la atención a los mayores y recuperar el servicio lo antes posible”. La primera de ellas ha sido la tramitación del expediente de resolución del contrato con EDUCO: en el mes de agosto, una vez declarado el concurso de acreedores, se inició la propuesta de resolución del contrato y fue enviada a los servicios jurídicos del Ayuntamiento, que indicaron que debía pronunciarse previamente la administración concursal. En consecuencia, se abrió un trámite de alegaciones con la misma, que ha notificado su conformidad, y así “en fecha 20 de noviembre se ha producido la resolución del contrato”, confirma la Junta de Distrito.

Asimismo, “se han celebrado reuniones urgentes y contactos en la sede de la Junta con los servicios de Cultura, Deportes, Policía Municipal, Policía Nacional, Bomberos, UDC, así como con diversas entidades sin ánimo de lucro, con el fin de organizar una programación alternativa […] de talleres [y] actividades,  acompañada de un cronograma interno de trabajo y un dispositivo de inscripciones gestionado por personal del Distrito”. “Las actividades alternativas ya están en marcha y se están desarrollando con normalidad”, afirma la Junta Municipal.

“En paralelo —continúa la Junta—, se ha preparado una programación deportiva complementaria que se ofrece también a los mayores en los centros deportivos municipales del Distrito, con el objetivo de mantener una oferta variada y activa durante este periodo transitorio”. Como novedad, “la Junta Municipal del Distrito de Carabanchel pone en marcha el programa ‘Ejercicio Saludable y Fuerza (ESF)’, una iniciativa pionera dirigida a personas sanas mayores de 65 años con el objetivo de mejorar la fuerza muscular, prevenir la pérdida prematura de masa muscular y fomentar un envejecimiento activo y saludable. Este proyecto se desarrollará en los cinco centros de mayores del Distrito y contará con 36 sesiones distribuidas en 18 semanas, bajo la supervisión de profesionales titulados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. El programa incluye evaluaciones iniciales y finales, clases grupales adaptadas por niveles y actividades complementarias de educación en salud y autocuidado”.

Con el fin de reforzar la atención y la organización de los centros, “se han creado cinco plazas de auxiliares, una por cada centro, que permitirán coordinar la actividad diaria, apoyar a los voluntarios y facilitar las inscripciones de los mayores, además durante este mes de diciembre se reforzará la plantilla con otros cuatro auxiliares más”, anuncian.

Como conclusión, señalan desde la Junta, “La Junta de Distrito, los centros de mayores y sus usuarios han sido los perjudicados como consecuencia de que la empresa se declararse en concurso de acreedores. El Distrito se ha visto convertido en víctima de la situación concursal de la empresa adjudicataria, como consecuencia de su incumplimiento contractual. Desde el primer momento, la Junta de Distrito ha tratado de paliar esta situación, informando en todo momento a las juntas de los centros de mayores, con las que se mantiene un contacto fluido y permanente, y a los trabajadores que impartían los talleres, así como elaborando programas alternativos para, en todo lo posible, garantizar a los usuarios de los centros contar con actividades alternativas hasta que la situación jurídica y administrativa se resolviese”. Asimismo, afirman estar “totalmente implicados con los trabajadores afectados por el concurso de acreedores. Nuestro objetivo es defender sus derechos y asegurar, mediante el nuevo contrato, la continuidad del servicio y de los puestos de trabajo conforme a la normativa vigente”. Finalmente, añaden que “El personal funcionario del Distrito esta volcado en la atención a los mayores usuarios de los centros, que constituyen una prioridad para la Junta. En la actualidad se están tramitando los nuevos pliegos para 2026 con el fin de que los talleres en los centros de mayores recobren la normalidad”, insistiendo en que además dichos pliegos “tienen muchas mejoras”.

Hablan los usuarios

Hasta aquí lo que dice la Junta, pero, como apuntábamos al principio, hemos querido hablar también con algunos mayores para contemplar las cosas desde su punto de vista, pues obviamente los mayores perjudicados de la situación son ellos, que han perdido un servicio que les había sido concedido, al que tienen derecho y que sin duda alguna es importante para sus vidas (mientras que la Administración local, por muy “víctima” de la situación que se considere, es quien tiene la obligación de velar por que estas cosas no pasen, y una vez que han pasado restablecer la normalidad lo antes posible).

Audelino Antona, que acudía al centro de mayores de Francisco de Goya “a hacer actividades y gimnasia”, me explica que comenzaron a notar que algo pasaba “por el mes de mayo, que es cuando empezaron a faltar los monitores, intentando seguir hasta junio, pero no cobraban. Había unos que cobraban a tres meses y algunos ya no llegaron a cobrar. En el mes de junio terminaron las actividades, y ahí es cuando empezaron los rumores, y en el mes de septiembre nos confirmaron la situación, que de momento no iban a empezar las actividades, que están en ello y que hay que esperar”. Respecto a la programación alternativa, tanto él como su esposa, Amparo Pliego, que hacía gimnasia de mantenimiento en el mismo centro, me cuentan que ellos y su hija han ido a informarse en distintas opciones y solo han encontrado colas y listas de espera saturadas (algo que tiene lógica si pensamos que las personas afectadas son muchas y los servicios ofrecidos como alternativa ya tenían su propia programación). A ello habría que añadir que las alternativas no están cerca para esta pareja, de 83 y 79 años respectivamente, al igual que ocurre con otra usuaria que hemos entrevistado, Amparo Catalán, 86 años, también de gimnasia de mantenimiento en el Francisco de Goya, en la misma situación: “llevo muchos años, estaba muy contenta y ahora lo echo en falta”, me explica apesadumbrada.

Y es que hablando con ellos resulta sencillo darse cuenta de la importancia de las actividades para estos vecinos. Nos lo desglosa Audelino: “La mayoría de los que estamos allí somos gente de 70 años para arriba. Entonces la actividad anima a la gente y está más espabilada, más activada, y eso es lo más importante, porque a esta edad, si te quedas en casa, pues te quedas anquilosado y entonces te empieza a salir en el cuerpo todo lo malo”.

Su esposa insiste en la faceta social de las actividades cuando afirma convencida que éstas les facilitan “relacionarte con las personas, que si estás en casa no te relacionas con nadie, nada más con las paredes… En cambio en el centro, con unos que ya los conoces y otros que los conoces allí, te relacionas con todos y te preocupas: que si has faltado, qué te ha pasado… Y eso hace mucho para las personas mayores. Ten en cuenta que los que trabajáis fuera salís y tratáis con otras personas a diario, pero nosotros no tenemos esa rutina. Y lo que ha dicho Audelino: te quedas metida en casa y, en vez de tener 70, pronto parece que tienes 80”.

Amparo Catalán coincide: “A mí esto me ha partido por la mitad, porque estoy sola en casa y para mí el ir a la gimnasia era muy importante. Aparte de que llevaba muchos años y me encanta, ¿sabes? Es que lo necesito”. Le pido que me desarrolle la idea de “necesidad”, y asiente de manera enfática: “Sí, sí. Es necesaria. Es así, conforme suena: es salud. Cada mes que no la hacemos nos está perjudicando, porque nos afecta a nuestro organismo, a nuestra actividad de hablar con la gente, al simple hecho de animarnos a salir de casa, a decir: ‘Tengo que cambiarme porque tengo que ir a la gimnasia’. Como digo, nos ha partido por la mitad que no nos la den, y la verdad es que para ir más lejos tampoco estamos: yo misma no veo bien, no puedo coger el autobús”. Concluye Audelino: “Claro, es que fíjate qué edades… En cuanto lo dejamos un poquito, lo que te he dicho: agachamos la cabeza y ya no la levantamos”.

En resumen: un problema complicado, que afecta a un buen número de vecinos y vecinas de una franja de edad especialmente vulnerable y que, sin desdoro de todo lo que se esté haciendo desde la Administración local para solucionarlo, hace deseable que ésta restablezca la situación normal cuanto antes. Seguiremos informando.

Foto: Centro Municipal de Mayores Francisco de Goya, en cuyas actividades están inscritos los usuarios que hemos consultado. 


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