De la visión a la acción. Cómo construir una ciudad del aprendizaje

Carta abierta al Sr. Emilio Viciana Duro, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid

Señor Viciana, me llamo Ana y tengo 72 años. En esta carta quiero proponerle un plan; mejor dicho, ¡un planazo! Además, implantar este planazo es económico y de fácil funcionamiento, en sus fases iniciales, si una parte del personal de su Consejería no desmonta lo que ya está funcionando, en algunas ocasiones, desde hace décadas. Para recordarle a qué me refiero, le invito a leer este corto artículo en este mismo periódico: ¿El fin de las actividades de las asociaciones de los CEPA en Madrid?

Soy consciente de que usted está muy interesado en todo lo relacionado con la educación y aprendizaje a lo largo de la vida, que “adquiere cada vez más importancia a medida que debemos actualizar y reexaminar nuestras competencias para adaptarnos a un mundo en rápida mutación”, tal como manifiesta la UNESCO. ¿No le gustaría que algunas de las ciudades de la Comunidad de Madrid se postularan, tras la solicitud de sus alcaldes o alcaldesas y con el apoyo de su consejería, como integrantes de la Red Mundial de Ciudades del Aprendizaje de la UNESCO? ¡No hay ninguna en la Comunidad de Madrid!

En los ámbitos no universitarios, la Comunidad de Madrid dispone de una red de centros, los CEPA (Centros de Educación de Personas adultas), que realizan un papel no menor en las etapas adultas de aprendizaje a lo largo de la vida. Estos centros no solo tienen un papel formativo de obtención de títulos y aprendizajes formales para personas que, por diversas circunstancias, no han podido obtenerlos en otras etapas de su vida.

Si ha hablado con su profesorado, con sus equipos directivos, conocerá la riqueza que se encuentra en ellos, el gran papel desarrollado por profesionales que, a veces, con grandes dificultades, realizan su función docente.

Pero… a veces se encuentran solos y con dificultades para desarrollar todos los proyectos que quisieran. ¿Han pensado usted y sus equipos que en torno a los CEPA hay muchas personas adultas con una gran trayectoria profesional y vital que quieren seguir aprendiendo y que encuentran que las formaciones que les ofrecen, no formales, son solo inglés e informática y éstas no les parecen suficientes?

[Pero, por si el señor consejero no lee esta carta abierta, yo os animo a todas las personas lectoras de este artículo que rellenéis el formulario insertado y se lo hagáis llegar a toda la gente que conozcáis de todos los ámbitos y profesiones para demostrar vuestro apoyo a las múltiples actividades que realizamos desde las asociaciones (en el caso de la Asociación del CEPA de Vista Alegre, de momento, tras nuestra expulsión, en la Biblioteca de La Chata) y presentar esos apoyos a la prensa, al Defensor del Pueblo o a quien haga falta.]

Y aquí entra la propuesta de planazo:

Muchas personas de mi edad no vamos a ir a centros de mayores, ya que queremos seguir en el entorno del CEPA, en el que hay personas de edades muy diferentes, de diferentes países, culturas, costumbres… con las que queremos compartir saberes y que están en los barrios donde nos movemos.

Si usted lee cualquier documento de la UNESCO (“Promover el aprendizaje a lo largo de toda la vida es tender puentes entre el sector de la educación formal y los entornos de aprendizaje no formal e informal con el fin de crear nuevas oportunidades para satisfacer necesidades de aprendizaje muy diversas”), se dará cuenta de que es importante contar con nosotras. Con las personas que formamos parte en algún momento de la comunidad educativa de los CEPA, que fuimos parte de su alumnado, profesorado o vecindario del entorno, pero que queremos seguir vinculados a ellos y por ello creamos asociaciones de alumnado, antiguo alumnado, trabajadores y profesorado de los CEPA, que sirven para complementar, apoyar y enriquecer las formaciones que se imparten en los CEPA con las aportaciones y saberes de las personas que colaboramos en dichas asociaciones.

En el documento Red Mundial de Ciudades del Aprendizaje de la UNESCO, que recoge el progreso entre 2022-2024, mencionan específicamente el “aprovechamiento de los espacios públicos y las instalaciones culturales” y “la necesidad de voluntariado y compromiso cívico” como algunos de los requisitos para poder poner en funcionamiento los sistemas de aprendizaje a lo largo de la vida.

Y esto es lo que le pedimos y ofrecemos las asociaciones vinculadas a los CEPA; que nos reciba, tal como le hemos solicitado por escrito, presentándole cerca de 3.000 firmas el 3 de julio de 2025, sin haber obtenido ninguna respuesta. Que facilite, en lugar de poner todo tipo de trabas y dificultades al trabajo altruista, generoso, que realizan decenas de personas voluntarias compartiendo sus conocimientos con sus vecinas y vecinos en aulas en esos momentos no utilizadas, de acuerdo con los equipos directivos y claustros, en los espacios públicos que son las instalaciones de los CEPA. Disminuyendo la soledad no deseada en nuestros barrios, convirtiéndonos en un recurso de salud, porque, como usted y sus equipos saben de sobra, nuestras actividades son recomendables en aspectos neurológicos, de salud mental, sociales…

Y con las dificultades que tienen Vds. en ciudades como Madrid en espacios como bibliotecas, centros culturales, centros de mayores… con las empresas a las que les adjudican la realización de actividades y dejan a la gente usuaria colgada, a nosotras, a las asociaciones de los CEPA, tendrían que abrirnos los brazos, derogar la normativa que nos expulsa de facto y pensar que, al igual que en las universidades se potencian las asociaciones de antiguo alumnado, lo mismo se debería hacer con las asociaciones de alumnado, antiguo alumnado y profesorado en los CEPA.

Atentamente,

Ana Vela
Presidenta de la Asociación de Alumnado, Antiguo Alumnado y Profesorado del CEPA de Vista Alegre


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