“—¿Vienes al CEPA esta tarde?
—Sí, esta tarde voy a una charla sobre ‘los artrópodos y la salud’, impartida por un investigador del Museo de Ciencias Naturales, y la semana próxima voy a una sobre Nanotecnología que se llama ‘Cuando tus lentillas sean supercomputadores’, organizadas por la Asociación de Alumnado, Antiguo Alumnado y Profesorado del CEPA de Vista Alegre.
—Pues por allí nos veremos, que yo voy a clase de dibujo y luego al club de ajedrez.”
Esta conversación en la que se pueden sustituir las actividades por otras de las muchas que se organizan por las asociaciones de los CEPA de Madrid ya no se volverá a repetir si no conseguimos, con el apoyo de la ciudadanía, sindicatos y partidos políticos, que la Comunidad de Madrid deje en suspenso y modifique unas normativas de 2018 y 2019 (Decreto 11/2018 y Orden 2355/2019 CM) que han empezado a aplicar el 20 de diciembre de 2024, expulsándolas de los locales de los CEPA, en las que algunas, desde hace décadas, llevan realizando una intensa labor social y cultural de apoyo a los mismos.
Estas asociaciones han sido, hasta ahora, espacios de participación cultural y democrática abiertos a todas las personas que integran la comunidad educativa y el entorno social en el que se inserta el CEPA. Con la aplicación de estas normas, se las equipara a empresas con ánimo de lucro y sin ninguna vinculación a los CEPA cuando muchas de las personas que participan en las actividades, o incluso las imparten, han sido alumnos o profesorado del propio CEPA en algún momento o en la actualidad.
Las actividades son gratuitas y tampoco se paga a las personas que las dirigen, viéndose, ahora, algunas asociaciones, como la del CEPA de Vista Alegre, obligadas a cobrar una cuota para hacerse socia para pagar un seguro que es, ahora, obligatorio para las asociaciones, en el caso de que la Comunidad de Madrid nos permita usar las instalaciones otra vez.
Las actividades, horarios y aulas utilizadas por las asociaciones son consensuadas con los equipos directivos y aprobadas en el consejo escolar, por lo que no suponen distorsión de las actividades del propio CEPA. Además, ya no es el consejo escolar quien aprueba las actividades, es un órgano externo al CEPA, la Dirección de Área Territorial, que este curso ha decidido que los CEPA (a través de sus asociaciones) hayan dejado de ser ese espacio público de acogimiento, apoyo y cultura para los barrios en los que se ubican.
Diversas asociaciones de CEPA hemos decidido unir nuestras solicitudes y hemos dirigido conjuntamente escritos a la directora general de Educación Secundaria, Formación Profesional y Régimen Especial y a la Asociación de Directores de CEPA, solicitándoles su apoyo y que nos recibieran, sin obtener ninguna respuesta.
Ante ello, realizamos una campaña de recogida de firmas de personas socias, usuarias o simpatizantes en la que explicamos la problemática actual, dado que, aunque hemos presentado toda la documentación que nos exigen, como que el domicilio social no pueda ser en el CEPA, no nos contestan, ya que hay una exigencia de imposible cumplimiento: que no se puedan realizar actividades en el horario lectivo, que es de nueve de la mañana a nueve de la noche.
Estas firmas, con una carta explicativa dirigida al consejero de Educación de la CM, las presentaremos por registro el próximo 3 de julio. Si no hay respuesta positiva, haremos una pregunta en la Asamblea de Madrid.
Si se te ocurre qué más podemos hacer, quieres tener más información, apoyarnos para recoger firmas… escríbenos al correo electrónico de la asociación: aacepavistaalegre@gmail.com