El olfato del perro



RUTH GONZÁLEZ LIRIA
Adiestradora y Psicóloga Canina


Se suele decir que los perros “ven” con su sentido del olfato, puesto que su visión es limitada en comparación con la nuestra. El olfato del perro está hiperdesarrollado, ya que el hocico funciona mediante un mecanismo infinitamente complejo.

En cualquier racha o cambio de viento, su trufa de orificios profundos y bien marcados  capta todos los aromas que la brisa contiene para realizar un proceso de registro minucioso. Es decir, cada fosa nasal por separado distingue cada fuente, dónde está y de dónde proviene. En la nariz del perro existen dos orificios, uno para respirar y otro para oler, por lo que el aire pasa por sus células receptoras del olfato mayormente superior a las de los humanos.

Se pueden ubicar hasta 300 millones de células receptoras en su hocico, en comparación con los cinco millones que poseemos los humanos. Mientras el hombre respira (expirando e inspirando) por el mismo agujero, nuestros amigos los canes cogen el aire por las fosas frontales y lo expulsan por los laterales de dichas hendiduras, generando de manera continua movimientos estereotipados para facilitar la introducción de nuevas moléculas de olor. En estas moléculas es donde está toda la información que es procesada posteriormente por el cerebro, el cual en este aspecto es mucho más desarrollado que el nuestro, puesto que cuenta con un “ bulbo de olfato” más grande, lo que les lleva a distinguir y recordar infinidad de variedades de olores.

La nariz del perro puede detectar “cosas no visibles”; es decir, su órgano vemeronasal situado sobre el paladar superior de su boca es capaz de detectar hormonas que todos los animales (incluidos los humanos) liberan de forma natural. Esto les permite reconocer estados de ánimo del individuo, el miedo, y por supuesto enfermedades, siempre debido a desprender hormonas.

El pasado para el hocico del perro y su olfato se manifiesta dejando huellas olorosas tras el paso de cualquier persona, o bien tras la impregnación en su cuerpo de aromas de los lugares en los que ha estado. Por otro lado, el futuro está en la brisa que transporta todos los olores, de ahí que cuando nuestro animal huele una esquina, un árbol, etc., marcado por otro perro o no, obtiene información precisa de todo (cuándo, quién, dónde...).

Amigos, por esto y por mucho más los perros son a través de su olfato detectores de explosivos, enfermedades, etcétera, mediante un entrenamiento específico, pudiendo y llegando a salvar vidas, protegernos ante cualquier amenaza, y sobre todo saber que es el arma más potente al servicio de ellos mismos y al nuestro propio. ¡Gracias una vez más!

¡Guauuuuuuu!

  Votar:  
Resultado:0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos
  0 votos