CARABANCHEL, DISTRITO DE ROCK & ROLL

Dos novedades discográficas, editadas justo antes de la pandemia, certifican la excelente salud del género por estos lares

Oh yeah... Carabanchel suena a rocanrol del de toda la vida, abrillantado y pulido con mimo para que luzca como nuevo. Y es que justo antes de que nos alcanzara la pandemia se editaron en este distrito dos novedades discográficas, dos excelentes EPs (EP: “extended play”, esto es, “reproducción extendida”. Si un “single” o “sencillo” normalmente lleva dos temas, un EP lleva cuatro como regla general, aunque también pueden ser tres o cinco) que demuestran una vez más aquello que cantaban Danny & The Juniors a finales de los cincuenta: “Rock & roll is here to stay”, por lo menos en nuestro distrito.

El primero de ellos es Chapado a la antigua, fantabuloso EP-CD de la Jean-Luc Godard Street Band, salvaje trío carabanchelero, que nos brinda cuatro temazos muy en la onda rockabilly noventas (sin que falte el ramalazo psycho), pero macarra y de barrio como manda la denominación de origen del lugar y es “marca de la casa” de estos tres elegantes forajidos. Componen el presente trabajo tres temas propios: el que da nombre al disco, toda una declaración de principios; Candanga del Diablo, un medio tiempo con toque tétrico muy molante; y Yo digo ¡hey!, de ritmo trotón ideal para marcarse un buen baile. Y para el final, el que hace cuatro, un auténtico dulce: Rebotado, versión del fabuloso Rebound de Charlie Rich con letra en castellano, estupendamente adaptada al protagonismo de la guitarra y con un claro deje al mejor rock & roll latino 50s-60s estilo Enrique Guzmán... En fin, todo sumado resulta en una pasada de disco. Bravo, colegas...

Y el segundo no mola menos... Se trata del último EP, éste en vinilo, de Jose Insaciable: Atrapado por el rock and roll. Y si tengo que resumir en pocas palabras a qué suena, con una lo hacemos y es la misma que acabamos de usar para el anterior: rockabilly. En efecto: aunque también hay bastante country en el ambiente, ya sea el clásico honky tonk o ecos de algo más alternativo en la senda de Hank III, éste es un disco de rockabilly clásico en castellano, y a la vez muy variado. Un excelente muestrario de algunas de las cosas que el Insaciable y su banda pueden hacer, todas ellas encaminadas a que no pares ni un segundo de bailar. Abre la cara A un auténtico pepinazo: Boogie bop, un rockabilly cincuentas con enormes posibilidades en la pista de baile. Sigue el que da nombre al disco, con marcado sabor country, pero que a la vez invoca el espíritu de los siempre adorados Rock’n’Bordes. La cara B comienza con Gafas de sol, otra canción que no hubiera desentonado en el repertorio de alguna de aquellas maravillosas bandas de rock and roll bailongo latino de los sesenta. Y para terminar, la preciosa Estación deseo, que me recuerda a Johnny Cash desgranando una de sus melodías con aquel estilo característico suyo, calmado, pero intenso.

Ya sabes: si te va el rock & roll y no puedes viajar a Memphis (de hecho nadie puede ahora, beibe), ven a Carabanchel y baila, colega.

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