HISTORIAS DE CARABANCHEL. Joaquín Rivero Cañizares, el maestro que perdió dos veces su placa

Este artículo ha sido escrito por Juan Manuel Sánchez Martínez, vecino de Carabanchel. Nuestra enhorabuena por la magnífica investigación y nuestro agradecimiento por compartirlo con Karabanchel.com.

Existe en nuestro barrio una calle que con el correr de los años había perdido toda su identidad, ni siquiera lucía hasta hace unos meses una placa con su nombre. El derribo de las antiguas construcciones ha hecho que no haya ningún portal ni numeración vinculada a ella; y no es que nuestra recoleta calle sea nueva, no, ya existía antaño, bajo la denominación de “calle Empedrada”. Fue el 26 de marzo de 1926 cuando la calle fue cambiada de nombre, instalando una placa en la esquina de dicha calle con la antigua calle de la Marina Española, la que actualmente conocemos como calle de Eugenia de Montijo. Desde ese día, don Joaquín Rivero tiene una calle en nuestro barrio. Pero… ¿quién era Joaquín Rivero?

Joaquín Rivero Cañizares nació el 20 de agosto de 1865 en Ciudad Real. Ya con treinta y un años, en diciembre de 1896, obtiene una plaza de profesor de instrucción pública en la escuela pública de niños de Carabanchel Alto, sita en la calle de la Marina Española esquina con la calle Empedrada y la plaza de la Constitución, como vemos en el plano de Facundo Cañada de 1900. Tres años después, en 1899, sabemos por la prensa de la época de su gran labor como profesor, donde se informa de que trabaja en un proyecto de un curso gratuito de educación popular: “Durante las primeras horas de la noche se dan lecciones de aritmética y álgebra, física y química aplicada a las artes, electricidad, francés... Los Carabancheles han recibido con gran entusiasmo esta innovación, para cuyo sostenimiento interesamos desde luego el apoyo de las autoridades locales y del Estado”, como bien nos cuenta el periódico El Liberal.

Fragmento del plano de 1900 de Carabanchel Alto donde aparece localizada la escuela pública de niños (número 3).

En la primera década del siglo XX son varias las publicaciones nacionales que recogen su buen hacer, su respetabilidad y el cariño que los vecinos le tienen. Compagina sus labores de maestro con las de tesorero de la Asociación de Maestros del Partido Judicial de Getafe, al que pertenece Carabanchel Alto. Durante estos años participó en la puesta en escena de diversas obras de teatro para recaudar fondos. También es maestro de otro carabanchelero ilustre, olvidado en su barrio: don Sabino Fuentes Díaz, ilustre maestro nacido en 1894 en Carabanchel Alto, que creó en Mota del Cuervo una mutualidad escolar con el nombre de don Joaquín Rivero.

A finales del año 1925, a la edad de sesenta años, se jubila como maestro. Unos meses más tarde, concretamente el 22 de marzo de 1926, se le rinde un homenaje por todo lo alto, con la participación de los políticos carabancheleros y otras personas ilustres de la época. Como parte del homenaje se le entrega un pergamino donde se le nombra hijo adoptivo de Carabanchel Alto, se le entrega un álbum de firmas y se descubre en la fachada de la escuela pública una lápida en mármol con letras en bronce y otra con su nombre para dárselo a la antigua calle Empedrada.

En julio de 1928, por la muerte de su esposa, dimite como “habilitado” del ayuntamiento de Carabanchel Alto. Un año más tarde, el 10 de septiembre de 1929, es elegido alcalde presidente de Carabanchel Alto: “Sesión extraordinaria de 10 de septiembre de 1929. En Carabanchel Alto a diez de septiembre de 1929, siendo las trece horas y previa citación al efecto, se reunieron en esta casa consistorial los señores… Acto seguido y previa lectura de los artículos del estatuto municipal pertinentes al acto, se procedió a la elección de alcalde presidente y verificado en votación secreta resultó elegido por nueve votos D. Joaquín Rivero Cañizares, contra un voto que obtuvo D. Joaquín Marzo y una papeleta en blanco, siendo en el acto proclamado alcalde presidente D. Joaquín Rivero Cañizares, tomando posesión del cargo y recibiendo de manos de la presidencia las insignias correspondientes” (extracto del libro de actas y acuerdos del ayuntamiento de Carabanchel Alto de 1928-1930. Libro 385).

Al año siguiente, 1930, fue designado juez municipal suplente. La última noticia que he logrado encontrar sobre don Joaquín fue que asistió al acto de inauguración de las nuevas escuelas mixtas en Carabanchel Alto en 1931. No he logrado averiguar más sobre sus siguientes años. La memoria de nuestro maestro se diluye en el tiempo, como durante muchos años se diluyó incluso la placa que da nombre a su calle en este nuestro barrio de Carabanchel Alto.

Foto: Fotografía de la Escuela Nacional de Niños durante el homenaje a Joaquín Rivero y retrato de Joaquín Rivero publicadas el 23 de marzo de 1926 en el diario El Debate.


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