La pandemia nos ha golpeado en Madrid de manera brutal, y por supuesto a sus barrios, que desde la solidaridad y la vecindad tratamos de mitigar de la mejor manera posible, como siempre lo hemos hecho, pero ahora contra un enemigo invisible que atenta contra nuestra salud y nuestra vida.
Comillas está vacío, hay una inmensa tristeza en esta primavera invernal, y respetamos las normas como no puede ser de otra manera, estamos en casa y nos asomamos para dar ese gran aplauso a todos los colectivos que están peleando en esta batalla contra el virus, y facilitándonos la vida diaria, defendiendo lo público, lo colectivo lo que es de todos y todas.
Cuando cerramos la Asociación Vecinal , la de Mujeres y los Servicios de Dinamización y de Empleo por motivos de seguridad, cumpliendo las indicaciones del Gobierno para no salir de casa y protegernos todos y todas, intuíamos que el tiempo de confinamiento iba a ser largo, que tenemos a mucha población mayor y otra población no tan mayor pero con necesidades sociales de todo tipo que no podían quedarse sin recursos, y desde nuestras asociaciones teníamos que intentar que el daño fuera el menor posible, poniendo en marcha alguna iniciativa social que llegara a los que lo necesitan.
Desde la crisis del 2008, nuestros barrios sufren la limitación de recursos sociales, y muchos de los que existen son privados o concertados, lo que supone que en una situación como la actual parece que se olvida que la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales han tenido que soportar los recortes más drásticos de la Comunidad de Madrid, hemos reclamado permanentemente desde la ciudadanía que se mantuvieran estos servicios con dignidad y presupuesto, pero no ha sido así, lo percibimos diariamente.
La pregunta era que podemos hacer ahora desde nuestro entorno, y de la mano de nuestra amiga y compañera Sole, trabajadora social infatigable, y conocedora de primera mano de las necesidades sociales de Carabanchel, puso en marcha junto con otras asociaciones, entre ellas Comillas el proyecto de ayuda “Ciudadanía Solidaria”, con personas voluntarias de cada barrio, para intentar poner un poco más fácil el día a día de esta pandemia, y ahí estamos, coordinados, contentos por aportar alguna ayuda aunque creamos que es pequeña a quién nos necesita, desde el respeto y la solidaridad vecinal, sin olvidar que estando unidos podremos salir con más fuerza de esta situación tan grave, pero que vamos a superar, y no queremos que nadie se quede en el camino.
Deje un comentario