La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) está presente en nuestro distrito con dos dispositivos de acogida temporal para personas solicitantes de asilo. El trabajo que CEAR hace en Carabanchel se desarrolla en coordinación con diferentes recursos del barrio con los que se busca el acercamiento al tejido de la zona. Además, cuentan con la iniciativa CON-VIVIENDO el Municipio de Carabanchel, que intenta generar lazos entre el vecindario y las personas atendidas por CEAR.
El primer dispositivo de acogida temporal de CEAR en Carabanchel se abría en el año 2016 para atender a personas de un perfil variado, pero con algo en común: es gente que ha tenido que huir de sus países de origen para poner su vida y la de su familia a salvo. En 2018 abriría un segundo piso de acogida; en este caso para uso exclusivo de mujeres solicitantes de protección internacional, con o sin hijos. María Ovejero Alonso, responsable de acogida temporal CEAR Carabanchel, explica a este periódico que los dispositivos de acogida son gestionados por CEAR, pero dependen del Ministerio de Trabajo y Economía Social: “Las personas que son acogidas en estos dispositivos lo son por un tiempo máximo de estancia de 6 meses, a partir del cual deben buscar un recurso habitacional por su cuenta. Durante los meses de estancia en los pisos de acogida, cada persona recibe un acompañamiento integral por parte del equipo profesional de CEAR, que pasa por la atención social, psicológica, jurídica, aprendizaje del idioma, formación, búsqueda de vivienda.”
Más allá de los pisos de acogida, la presencia de CEAR en Carabanchel toma forma gracias a la iniciativa CON-VIVIENDO El Municipio. Una apuesta por la creación de espacios de cercanía y generación de lazos entre personas migrantes, refugiadas y el vecindario del distrito que se traduce en varios días de organización de actividades multiculturales en el barrio de San Isidro. CON-VIVIENDO, afirma María Ovejero, funciona teniendo en cuenta “al propio vecindario como sociedad acogedora” y “está teniendo una respuesta fantástica” tanto por parte de los vecinos y vecinas como de las personas atendidas por CEAR.
De manera más reciente, dentro de CON-VIVIENDO, y en coordinación con los dispositivos de acogida de CEAR Carabanchel y con OMC Radio Comunitaria, se ha lanzado durante el confinamiento “Radio CEAR Madrid”, que comenzaba a emitir podcasts el pasado 25 de julio.
El futuro y sus retos para mejorar las vidas de las personas refugiadas
Con la crisis del coronavirus, la situación de quienes requieren ayuda internacional y huyen de sus países en busca de seguridad no ha hecho sino complicarse. La paralización de la actividad administrativa, entre otros, ha dejado los derechos de muchas de estas personas en una situación de especial vulnerabilidad.
Desde CEAR, explica Cristina Sirur, responsable del área de incidencia y participación social de CEAR Madrid, “consideramos de vital importancia que se garanticen los derechos de todas las personas que se encuentran en el territorio español, sin discriminación, y con especial atención a las personas en situación administrativa irregular y a las personas solicitantes de asilo. En CEAR entendemos que cualquier medida extraordinaria que se tome por parte de las instituciones, deberá ir acompañada posteriormente de un modelo de gestión migratoria flexible, ágil y eficaz con medidas permanentes y accesibles en favor de las personas migrantes y solicitantes de asilo para evitar futuras bolsas de personas en situación irregular y por tanto de pobreza y explotación.”
Las nuevas realidades, que sólo han generado una situación de mayor incertidumbre y dificultad para las personas migrantes, plantean nuevos retos en la confección de ayudas y acciones concretas de resolución. En CEAR aseguran que el compromiso es el de continuar garantizando la atención integral que todas las personas solicitantes de protección tienen por derecho. A este primer objetivo general se suma otro concreto: “En relación con las personas que se han quedado en situación irregular, desde CEAR solicitamos la puesta en marcha de un proceso de regularización o normalización extraordinaria, o de otras alternativas jurídicas ordinarias que permitirían canalizar estas situaciones, con el fin de no dejar a nadie atrás en el contexto de crisis post-pandemia.”, apostilla Cristina Sirur.
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