REDACCIÓN
En diciembre, el Ayuntamiento presentaba la campaña municipal Madrid sí cuida - Madrid Libre de Exclusión Sanitaria, que ya se está poniendo en marcha, orientada a recordar a las personas que habían perdido su tarjeta sanitaria con la aprobación del Real Decreto Ley 16/2012 que siguen teniendo derecho a asistencia sanitaria, en contra de lo que puede parecer con dicha normativa.
Según informan fuentes municipales, varios miles de personas están en esta situación y, pese a que el mensaje “recibido” entonces apuntaba a la pérdida de tal derecho, la realidad era más compleja y existían varios supuestos bajo los cuales una persona sin tarjeta podía recibir atención sanitaria. “Pero la noticia de la aprobación del RDL y la emisión de instrucciones confusas creó miedo en los usuarios y mucha discrecionalidad en los mostradores de los centros sanitarios”, explican desde el consistorio. El disenso frente a la exclusión sanitaria no hizo sino crecer: muchos médicos se declararon objetores de conciencia, sociedades médicas se pronunciaron en contra, profesionales sanitarios y no sanitarios buscaron la manera de seguir atendiendo, vecinos crearon grupos de acompañamiento para que las personas sin tarjeta no se enfrentaran solas al laberinto burocrático abierto, Gobiernos de algunas Comunidades Autónomas emitieron normas regionales que garantizaban la cobertura sanitaria a todos los residentes... El 14 de septiembre, la Comunidad de Madrid emitió instrucciones “siguiendo esta misma estela universalizante, pero por desgracia no dio publicidad a este cambio y, hoy por hoy, son muchas las personas que siguen sin atención sanitaria continuada por desinformación o malas experiencias en el pasado”, nos comentan.
Objetivos
Así, los objetivos de esta iniciativa serían revertir la campaña del “no” llevada a cabo en 2012 con la entrada en vigor del RDL y realizar una campaña del “sí”; que todo el mundo sepa que tiene un médico/pediatra asignado, que no cuesta dinero y que la facturación es ilegal en la actualidad; animar a los afectados a que, si se vulnera su derecho, acudan al Ayuntamiento, donde encontrarán ayuda; y que todo el mundo tenga la misma tarjeta. Los destinatarios de la campaña son las personas excluidas (inmigrantes o españolas) que no van al médico porque creen que no tienen derecho, asociaciones y entidades que trabajan este tema, y población general sensible y dispuesta a promover los derechos humanos y la universalidad de los mismos.
Javier Barbero, delegado del área de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento, ha recordado que “nosotros no tenemos competencias en asistencia sanitaria, pero sí en materia de derechos humanos, haciendo instar así al cumplimiento del art. 43 de la Constitución, que habla del derecho a la protección de la salud”. La campaña ha sido organizada desde el área que dirige, a través de Madrid Salud, en colaboración con la dirección general de Comunicación, y que cuenta con la participación de profesionales del área de Derechos Sociales, así como con colectivos ciudadanos con gran conocimiento de la realidad de las personas excluidas. Se divide en dos líneas de acción: una docente, con formación a diversos servicios que pueden intervenir con población directamente excluida, y otra comunicativa, con mensajes que den proyección al objetivo último facilitador del conocimiento y del ejercicio de ese derecho a la asistencia.
El delegado de Coordinación Territorial y Asociaciones, Nacho Murgui, ha indicado que “en esta campaña se considera una prioridad la implantación territorial de la misma, ya que es importante que en todos los barrios (en particular aquellos que acusan un mayor índice de exclusión sanitaria) la población tenga plena información sobre el derecho universal de acceso a la salud”. La jefa del Servicio de Prevención y Promoción de la Salud de Madrid Salud, Mercedes Martínez, explica que en la campaña están implicados los Centros de Madrid Salud, los Centros de Atención a las Drogodependencias y los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Martínez destaca la importancia de implicar a las juntas de distrito, porque “son cercanas a la población, tienen contacto directo con los barrios, sus vecinos y vecinas, y pueden informarles correctamente. Sin la información, el principio de universalidad se rompe”.