@SONIAFREELANCE
Ya ha llegado la primavera a nuestro barrio. Las temperaturas comienzan a subir, y el sol en ocasiones brilla tanto que nos permite pasear en manga corta o con una chaquetilla encima de los hombros.
Comienza el tiempo de terrazas, de “ahora que hace bueno voy a salir a correr por el Parque Sur” y de tomarse algo con los amigos, ya sea tinto o cerveza, pero respirando entre risas y aire fresco.

La gripe, los catarros y la fiebre ya se van quedando atrás. Haciendo que nos olvidemos de ellos hasta el año que viene. Los centros de salud de Comillas y Carabanchel seguirán estando llenos porque ahora es temporada de alergias, estornudos y moqueo.
Los paseos con los perros ya se van haciendo más largos; ya que por fin el polar, el jersey, los gorros, las bufandas y los guantes se van guardando en el fondo del armario para ser reemplazados por las gafas de sol, los sombreros y la crema protectora.
El parque de San Isidro y el Madrid Río comienzan a llenarse de familias, de pequeños y grandes jugadores de fútbol, de refrescos, de cartas, de algún esporádico helado, de patines, bicicletas… de vida a fin de cuentas, que también nos hacía algo de falta.
Los fotógrafos salen de sus casas para inmortalizar una gaviota, el río Manzanares, el puente de Toledo, la ermita de San Isidro, la iglesia de San Roque… Las yemas de los árboles comienzan a romperse, dejando brotar por fin las hojas y las flores.
Hablando de árboles. Recuerdo a esos mismos hace años. Eran pequeños de no más de un metro. También recuerdo que antes de que estuvieran allí había otros, mucho más grandes y frondosos que los que hay ahora. Me veo a mí misma subida a los hombros de mi padre junto con muchas más personas, en la calle Antonio López. Todos y todas gritábamos con fuerza una y otra vez la misma frase: “árboles sí, palitroques no; árboles sí, palitroques no”. Había silbatos, panderetas, megáfonos y niños como yo. A mi edad no entendía por qué nos los quitaban. Si ésos estaban bien, ¿para sustituirlos por palitos de dos o tres ramas como mucho? Era una pregunta de difícil respuesta que a día de hoy yo sigo sin encontrar.
Como en todos los partidos que se celebran en el Vicente Calderón, las calles del barrio quedarán inundadas por los vehículos de los asistentes, dificultando el aparcamiento a los propios vecinos, pero llenando a su vez bares, ya muy conocidos, como “Los Minutejos” o “La Taberna Domínguez”.
Con esta temperatura tan buena, apetece mucho quedarse por la noche un rato en la calle. De hecho, tengo una vecina que lo hace. Se saca la silla plegable al parquecito que hay en la avenida de Oporto a eso de las diez, y se queda sentada tomando el fresco con su ya viejo Golden Retriever durante un rato. Depende del día lo hace sola o acompañada de sus amigas del barrio. Una noche de éstas tendré que probarlo; por lo menos sentarse en la calle sigue siendo gratis.
Ahora que llega el buen tiempo, y con él los pantalones cortos, los vestidos y las faldas, tenemos que tener más cuidado con los socavones y las grietas de las calles. Ya que no habrá pana ni tela vaquera que nos pare la caída, y luciremos unas estupendas costras en las rodillas. El tiempo cambia, pero nuestras calles siguen igual.
No obstante, el calorcito y que haya más horas de luz durante el día se agradece, y más en este barrio, ya que muchos de nuestros vecinos y conocidos están pasando una mala situación económica. Algunos tanto que tienen que elegir si dar de comer a sus hijos o calentar la casa y encender una bombilla, entre muchas cosas. Además, en primavera y en verano se hace más vida en la calle, permitiéndonos ahorrar un poco.
A todos nos sienta bien, ya no por el dinero, reemplazar la playstation por una ruta en bicicleta con los amigos, por ejemplo “el anillo verde de Madrid”; la televisión y los dibujos animados por el cubo, la pala, el rastrillo y los toboganes del Parque de las Cruces; y el ordenador por un domingo en el Rastro.
Por fin este año podemos decir que tenemos en el barrio el Parque Manolito Gafotas, que (como ya salió en el periódico del mes pasado) celebró la XIII Arbolada junto con cientos de vecinos.
Pese a que el ayuntamiento de Madrid informó en su momento de que el parque se acondicionaría a lo largo del 2014, estamos en abril del 2015 y todo sigue igual. A ver si con esto de las elecciones les da por arreglarlo, aunque si es así se les vería bastante el plumero.