Sobre la Ley de Cambio Climático y Transición energética

El 8 de abril se aprobó en la comisión correspondiente del Congreso la tan esperada Ley de Cambio Climático. Una ley que ha de marcar a nivel legislativo nuestra relación con el medio ambiente hasta el año 2050, cuando se pretende alcanzar la “neutralidad climática” en nuestro país. ¿Qué significa “neutralidad climática”? Pues que emitamos necesariamente lo que el planeta Tierra es capaz de absorber.

También aparece en esta nueva ley una fecha más cercana, que es el 2030, en la que se pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 23%, y que se revisará al alza periódicamente. ¿Qué es el efecto invernadero? Quiere decir que la concentración de gases emitidos por nuestra actividad produce un calentamiento global, y que éste luego incide en diversos factores perjudiciales para nuestra vida como la subida del nivel de los mares, la desertización, el deshielo de zonas polares, los huracanes, gotas frías, etcétera.

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'Es la primera ley de este tipo
en nuestro país,
y tiene una gran importancia'

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La neutralidad climática es el proceso de medir, reducir y compensar las emisiones GEI. Por eso es importante que la Ley del Cambio Climático sea bastante más exigente, como indican las organizaciones ecologistas y diversos científicos, que hablan de que, en vez de esa reducción del 23% para el 2030, se aplique una reducción del 55%, y que la neutralidad climática sea para el año 2040 y no en el 2050, como propone la ley aprobada por la comisión y pendiente de ratificar en el Senado (datos de 13-4-2021). 

Además, y según el partido Verdes Equo, “no se pueden cumplir los objetivos climáticos sin una transición ecológica de toda la economía” (https://cutt.ly/NbmJ5nH). También los compañeros de Ecologistas en Acción opinan que la ley es insuficiente.

Pensemos en sectores como el agroalimentario, que debería reducir las grandes explotaciones ganaderas; el sector manufacturero, que debería acometer una normativa para evitar el usar y tirar, consecuencia de grandes problemas en las plantas de tratamiento de residuos; el sector turístico, con un incremento cada vez mayor de las emisiones de los vuelos convencionales; la transformación que debería llevarse a cabo respecto a la movilidad, sobre todo en las ciudades, ya que el sector del transporte es responsable del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España.

Es la primera ley de este tipo en nuestro país, y tiene una gran importancia, significativa de los grandes retos que éste afronta. Llevaba meses tramitándose y ni siquiera se ha mencionado en los medios de comunicación.

Una de las particularidades que se han podido conseguir es que la ley será revisada periódicamente para su posible actualización. Y cómo no, todas las soluciones a nuestros problemas están siempre en el Poder Legislativo.

“¿Qué podría hacer yo además de exigir su cumplimiento y mejora?”. Muy sencillo: piensa siempre antes de tener que desplazarte si debes usar el coche o si por el contrario puedes ir andando o en cualquier otra forma de transporte; y si sales a comprar verifica si lo que compras puede ir sin tantas parafernalias de bolsas y embalajes, pues solo con esto tanto tú como otras personas estáis colaborando para un planeta más limpio y mejor.

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