HISTORIAS DE CARABANCHEL. Francisco Alonso Arenal, un carabanchelero en 'La Nueve'

El 24 de agosto de 1944 París fue liberada de la ocupación nazi. Los primeros soldados que entraron en la capital francesa y llegaron a la plaza del Ayuntamiento formaban parte de la 9.ª Compañía del 3.º Batallón del Regimiento de Marcha del Chad (RMT), unidad encuadrada en la 2.ª División Blindada de la Francia Libre, también conocida como “División Leclerc”. La compañía, formada por unos ciento cincuenta milicianos republicanos españoles y al mando del capitán francés Raymond Dronne, era y es conocida popularmente como “La Nueve”. Al menos diez de esos milicianos eran madrileños y al menos uno, Francisco Alonso Arenal, era carabanchelero. Paco, como lo conocían sus vecinos, nunca lo contó.

Francisco Alonso nació en Montecillo de Montija (Burgos) en 1911. A finales de la década de 1920 se trasladó a Carabanchel Bajo, donde residían dos de sus hermanas mayores, Prudencia y Balbina. Habían sido enviadas a servir a Madrid y se habían casado con dos hermanos, Eulogio y Francisco Gutiérrez, empleados en vaquerías del pueblo. En la vivienda y vaquería del segundo, conocido como “Paco el Bruto”, estuvo residiendo y trabajando Francisco como labrador y vaquero. El edificio, ubicado en la calle Carlos Paino (junto al Metro de Carabanchel), aún sigue en pie.

Francisco Alonso, con sus compañeros de La Nueve (fumando).

En 1932 Francisco hizo la mili en el Cuerpo de Sanidad en Ceuta y luego volvió a residir en Carabanchel Bajo. El 23 de julio de 1936, unos días después del golpe de Estado que produjo la Guerra Civil, se alistó en el Regimiento 1 de Mayo de Carabanchel, formado por trabajadores socialistas y comunistas de los Carabancheles y con sede en el Reformatorio de Santa Rita. Participó en los primeros combates de la línea del frente que iba del parque del Cerro Almodóvar (junto al Hospital Militar Gómez Ulla) hasta la Casa de Campo, pasando por Cuatro Vientos y la carretera de Extremadura. En estos combates el bando republicano sufrió casi doscientas bajas. El batallón de Francisco fue integrado en la 33.ª Brigada Mixta del Ejército Popular de la República. Combatió en las batallas del Jarama, de Guadalajara, del Ebro y en la denominada “campaña de Cataluña”, por la que fue condecorado con la medalla de la II Guerra de la Independencia.

En Francia

Francisco cruzó la frontera francesa en febrero de 1939 junto con otros cuatrocientos mil exiliados. Finalizada la Guerra Civil volvió a España, fue apresado y enviado al campo de concentración de Miranda de Ebro. Posteriormente fue trasladado al Batallón de Soldados Trabajadores nº 64 para realizar trabajos forzados en el Pirineo Navarro. Escapó de allí en mayo de 1940, volvió a cruzar la frontera francesa y llegó al campo de refugiados de Gurs. Allí se alistó en la Legión Extranjera francesa, en la que permaneció hasta 1943. Fue enviado al norte de África y participó en la campaña de Túnez contra los alemanes del Afrika Korps para pasar a continuación a formar parte de las Fuerzas de la Francia Libre alistado ya en la “La Nueve”. Herido y condecorado en octubre de 1944 en la campaña de Alsacia. Una vez acabada la guerra en Europa marchó voluntario junto al general Leclerc a Indochina desde octubre de 1945 hasta noviembre de 1946, donde fue nuevamente herido y condecorado en M Tho durante la liberación del cerco a Saigón. Su paso por el Ejército francés se saldó con dos medallas de la Cruz de Guerra francesa de bronce y el honor de poder llevar en su uniforme una Mención Presidencial de los EE UU concedida a la 2ª División Blindada por la participación en la liberación de Estrasburgo.

En noviembre de 1946 Francisco regresó a Francia y se afilió a la CGT. Trabajó en Estrasburgo en el Departamental du Déminage, una empresa estatal francesa que se dedicaba a la desactivación de explosivos de la guerra, hasta septiembre de 1947. Un mes más tarde regresó a Carabanchel Bajo. Acogido a una amnistía, había conseguido un pasaporte y un salvoconducto expedidos por el consulado español en Estrasburgo. Al llegar a la casa de su cuñado “Paco el Bruto”, se dirigieron al cuartel de la Guardia Civil para sellar el salvoconducto.

Francisco Alonso, en la vaquería (el de la izquierda).

Una nueva vida

El 20 de abril de 1950 Francisco se casó con Pilar Encabo Aicart en la iglesia de San Sebastián de Carabanchel Bajo y comenzaron una nueva vida en la calle Bruno García. Tuvieron dos hijas, Amelia y Pilar. Francisco continuó trabajando en la vaquería hasta su jubilación en el año 1974. Su mujer falleció en 1983. Según su nieto Juan Ramírez, Francisco no tuvo problemas con las autoridades desde su regreso a España, pero guardó silencio sobre su pasado como miliciano republicano y combatiente antifascista incluso con sus familiares más cercanos hasta su fallecimiento en 2001.

El pasado 4 de mayo la Asociación Histórico-Cultural Cosacos de La Nueve celebró un homenaje a Francisco Alonso junto a su sepultura en el Cementerio Parroquial de Carabanchel Bajo. De momento es el único madrileño de “La Nueve” cuyo enterramiento está localizado. Una muestra más de nuestra desmemoria histórica.

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Desde Karabanchel.com queremos mostrar nuestro agradecimiento a Juan Ramírez por proporcionarnos información detallada sobre su abuelo, las fotografías que aparecen en este artículo e invitarnos al homenaje del 4 de mayo. También nuestro apoyo a su propuesta de que el Ayuntamiento de Madrid coloque una placa conmemorativa en la casa de la calle Bruno García que recuerde que hubo un carabanchelero de “La Nueve”.


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