El sábado 28 de enero tuvo lugar la fugaz exposición (solo un día) Reconectando con la matriz, en el espacio La Periférica 2 (C/ Saturnino Tejera, 19), centro de psicología y transformación social. Dicha muestra se ha adentrado en parte de la vida y obra de la artista María del Pilar Quero Romero (1946-1995), y de verdad consiguió impresionar vivamente a las personas afortunadas que la pudimos visitar, tanto por la belleza de las obras expuestas como por la experiencia emotiva que supuso recorrer la propia exposición, que constituía en sí otra obra de arte, cumpliendo plenamente lo que cabe esperar de las mismas: que no deje indiferente y que nos haga plantearnos preguntas.
Esta maravillosa muestra ha sido fruto de la iniciativa de dos amigas: Gisela Bragado Quero, hija de la artista; y Silvia Altolaguirre Soler, participante del espacio. La primera de ellas nos explica: “El motivo para realizar Reconectando con la Matriz es el deseo de conocer, de volver al origen, de intentar acercarme a quien fue mi madre. María Pilar Quero Romero, artista, trabajadora, publicista, diseñadora, polifacética, inventora, mujer libre e independiente, amante, amiga, hija, hermana, madre, mujer separada, sola, loca. Madre. La maternidad como creación hecha carne”. A través de su obra, “recogemos pistas, signos, detalles que me permiten reconstruir la matriz biológica, la madre, el origen e intentar entender qué pudo pasarla, qué se rompió en ella para que tomara la decisión de acabar con su vida en 1995”.
Silvia recorre para nosotros la muestra: “La primera parte […] nos hace un recorrido por la obra y la vida de María Pilar […] a través de los ojos de su hija de 12 años, una niña que vivió el aislamiento, el sufrimiento, el internamiento y el posterior suicidio de su madre, una niña que amaba a la madre que tuvo y que hoy tiene la conciencia de ser quien es gracias a ella. La segunda parte […] pretende ser un recorrido por la intimidad de esta niña ya adulta, de la importancia y la dificultad de cuidar el legado de quienes ya no están y la repercusión del amor y el apoyo mutuo para sostener el vacío, la pérdida, y para poder crecer de un modo seguro y pleno en un mundo que a veces es hostil y otras nos pone en el camino a personas y momentos que nos hacen creer que el amor por y hacia la vida es posible”.
El resultado toca en lo más hondo del corazón. Bravo.
Fotos: Redmolacha 2.0
