Carabanchel, con 260.000 habitantes, es el distrito más poblado de la capital. Ocuparía el puesto 17 entre las ciudades españolas. Es más poblado que el 70% de las capitales de provincia, tres veces más que Toledo y cinco más que Segovia.
Por tanto, debería ser el distrito que más recursos recibiera del Ayuntamiento no solo por la población, sino porque en él se concentran problemas en todos los asuntos imaginables: contaminación, suciedad, plagas, delincuencia, hacinamiento, educación, cultura, sanidad y economía. Sin embargo, en cuanto al gasto está el tercero, superado por Latina en un 15% y por Vallecas en un 20%, ambos con casi 20.000 habitantes menos.
Podríamos pensar que esta situación se arreglará en ejercicios sucesivos, pero no solo no es así, sino que empeorará, al menos para 2022. Aunque la prensa destaca que el mayor incremento será para los barrios del sur, mientras en Usera se aumenta el gasto en más del 17%, Carabanchel se queda en un 7,26%, menos de la mitad e incluso inferior a la media del 8,66% y en el entorno de distritos como Moncloa-Aravaca, Centro y Retiro, a los que en ninguna variable nos podemos comparar: educación, ingresos, etc. Una situación desfavorable que continuará empeorando si a Carabanchel se le continúan aplicando incrementos menores que la media.
Aunque las cifras absolutas son suficientemente explícitas, donde verdaderamente debemos fijarnos es en el gasto per cápita. Es ahí donde la situación desfavorable se convierte en catastrófica. Nuestro distrito baja al puesto 14. Por cada 100 euros que recibe Carabanchel, Vicálvaro recibe casi el doble, 193; Usera, 166; Villaverde, 164; Latina y Vallecas, 140. Y no son distritos que lo necesiten más que nosotros, pero es que Moncloa-Aravaca recibe un 57% más y Barajas un 67% más. En definitiva, estamos sufriendo un agravio comparativo.
Para eliminar esta discriminación hacia nuestro distrito, sería necesario incrementar el gasto un 40% en un solo ejercicio, y eso solo para ponernos a la altura de los demás.
