En ella han actuado muchísimos de los grandes nombres de la escena, convirtiendo a esta sala en toda una referencia a nivel estatal
Un cuarto de siglo programando con criterio, gusto y éxito en Carabanchel música en directo de todos los estilos de lo que podríamos llamar “universo rock”. Sonidos que, cuando abrió sus puertas, no pasaban por su mejor momento en las salas, y menos en Carabanchel, pero se atrevieron a intentarlo y el tiempo ha demostrado no solo la validez, sino el tremendo acierto de la apuesta. Tanto, que hoy en día es un activo cultural de primer orden en Carabanchel, Madrid e incluso a nivel estatal, pues sin duda es una de las salas de referencia del rock & roll (entiéndase en su sentido más amplio) en directo en el Estado español. Me refiero, claro, a la Gruta 77, que celebra ahora sus primeros 25 años.
Para conocer con más detalle su historia, nos reunimos con el Indio, fundador y director de esta sala. Entramos en materia de inmediato y le pedimos que nos cuente en qué circunstancias abre la Gruta. “Había un grupo inversor —evoca— que me entra diciendo que quería meter dinero en proyectos de juventud. Yo les dije que en ese momento era una buena inversión y necesario para la cultura montar locales de ensayo, porque había muy pocos en Madrid profesionales, y que era una salida económicamente buena para quien quisiera invertir, al tiempo que hacía una labor social, cultural y vecinal interesante. Les gustó tanto la idea que al mes o así me llamaron para decir: ‘Oye, ¿por qué no nos presentas un proyecto?’. Yo me dije: ‘Ésta es la mía’… Y en el proyecto les colé una sala de conciertos para que pudieran tocar los grupos. Les pareció bien, hicieron sus presupuestos y me dijeron: ‘Adelante: si encuentras un local, tú lo gerencias y montamos esto’”.
Así que Indio se puso manos a la obra: “Me fui por las zonas industriales de Madrid buscando un local con diferentes plantas, para que la baja fuera una sala de conciertos y las de arriba locales de ensayo... Y un día nos encontramos con esta esquina fantástica, que era una fábrica de cajas de cartón que abastecía a lo que entonces eran aquí imprentas y textil que había en el Polígono ISO. Habían cerrado, iban a vender, y por el forjado fuerte que tenía era perfecto para hacer esa compartimentación de insonorización que es muy peculiar y muy laboriosa, necesita una estructura fuerte, un edificio industrial”. Así que apañado: el grupo inversor lo montó y luego se lo alquiló… “Y bueno, al final ellos se cansaron, fueron por otro camino, nosotros nos esforzamos para quedarnos con el local y al final en pandemia terminamos de pagarlo. Así que ahora ya bien”, ríe.
Dani Nel.lo: Los Saxofonistas Salvajes. Foto: Pablo Plaza.
Apuesta fuerte
Las obras empezaron en 1999, y en el 2000 abría sus puertas la sala, que irrumpe en el panorama de la música en directo de Madrid con una apuesta fuerte. “Somos gente audaz que llevábamos tiempo trabajando en el rock & roll —sonríe Indio—. Entonces la primera noche nos trajimos un grupo de Bruselas: Proyecto Secreto, una banda de ska, que ha sido siempre una de las señas de identidad de Gruta 77. Justo andaban de gira por España, nosotros sabíamos que la inauguración iba a ser el 6 de septiembre y les caía bien Madrid. Ese día abrimos con muy poca luz para que no se viera que la obra no estaba terminada [risas]… Y con más miedo que vergüenza, vamos. Lo que realmente nos preocupaba era ver que realmente las pruebas de los equipos de sonido que habíamos instalado eran satisfactorias. Porque la obra puedes luego rematarla, pero claro, la acústica del local... Ésa no se podía ya rematar. Y ese día comprobamos que iba a sonar como un cañón. De hecho, la instalación de sonido que se estrenó ese día es la misma que tenemos hoy, cambiando algunos detalles”.
“Yo venía de un mundo doble —continúa—. Por un lado, era hostelero profesional en la noche de Madrid: andaba ya por mi segundo pub. Y por otro lado, estaba tocando en grupos, con lo cual conocía bastante bien la escena a nivel estatal... Y sobre todo, como consumidor de conciertos, me daba cuenta de que había muchas giras de estilos que a mí me gustaban mucho que se saltaban Madrid, pues no había nadie que comprara un concierto de rockabilly, de ska, de punk rock, de garaje, de power pop... Y ese espacio era en el que yo quería moverme. Entonces desde el principio fui a por bandas realmente reconocidas y potentes. Y de hecho en el primer mes trajimos bandas que ni llenando podíamos pagarlas; es decir, que estábamos invirtiendo, perdiendo dinero, en tener una programación que nos situara en el mapa del rock & roll de Madrid y de España en los primeros dos meses. Y así lo conseguimos”.
Hablamos del abanico estilístico que cubre la sala, y el Indio lo tiene claro: “Gruta jamás va a estar de moda, porque trabaja con músicas que no están de moda, pero al mismo tiempo el de Gruta es el más fiel público de rock & roll de Madrid. Porque ésos sí que no fallan nunca. Tú puedes tener de rockabilly en Madrid como mucho dos conciertos al mes, y ese público lo vas a tener seguro. Si aplicas esto al punk rock estilo 1977, al garaje sesentero o a los demás estilos que cubrimos ocurre lo mismo. Y no solo eso, sino que además esas tribus urbanas empiezan a mezclarse, y de repente traemos bandas de surf y vienen a verlas rockers, garajeros y punks, y empiezan esas escenas a mezclarse. Era perfecto, era un momento genial... Lo que ahora vemos como algo normal, entonces no lo era, y contemplar el fenómeno ha sido fabuloso”.
Pero no ha sido éste ni mucho menos el único logro de la Gruta: hito tras hito, la sala carabanchelera ha sido y sigue siendo un activo de primer orden en el campo de la música popular en directo. En este sentido, Indio repasa los ejes que han marcado estos 25 años: “Hubo un momento en el que demostramos que era viable programar a diario rock & roll en Madrid, y lo estuvimos haciendo no sé si fueron seis años seguidos de lunes a domingo. Se podía hacer. También se podía intentar tener un precio de las entradas razonable para que el rock & roll no se encareciera demasiado y que no fuera para las élites, porque siempre ha estado más cerca de los trabajadores que de las élites. Entonces yo creo que en ese sentido influenciamos también en la escena local. Y luego, sobre todo, rescatamos o montamos de cero escenas que no existían o que estaban completamente olvidadas en Madrid. Y eso es lo más bonito de la historia de Gruta”.
Otro de los principios básicos de la Gruta: “cuidar a los jóvenes talentos. Es muy importante, porque en estas músicas cada vez hay menos relevo generacional, entonces si sale un grupo nuevo de jovencitos, por muy malos que sean, yo tengo que atenderles y prepararles para que mejoren, para que lleguen al nivel de tocar en Gruta y que sostengan la antorcha”. Algo que siempre ha estado muy integrado en la actividad de la sala, especialmente cuando programaba a diario: “imagínate, para programar a diario durante tantos años tenías que estar muy al día de lo que estaba sucediendo en Madrid. Eso lo intentamos canalizar a través de un concurso. Nos lo tomábamos muy en serio, y creo que hubo 12 ediciones. Lo que hacíamos era, los lunes y martes, presentar cuatro bandas cada día a través de ese concurso con un tratamiento profesional absoluto con ellos. Y traíamos de jurado a medios de comunicación muy potentes para que conocieran a estas bandas. Funcionó muy bien”.
The Streetwalkin' Cheetahs. Foto: The Streetwalkin' Cheetahs.
La pandemia
En marzo de 2020 llega la pandemia de COVID, que sacudió a nuestra sociedad en todos los aspectos. Sin duda uno de los sectores más afectados fueron el ocio nocturno y las actuaciones en directo. Cuando le pregunto a Indio cómo lo afrontaron ellos responde de inmediato: “Pues como pudimos... En la primera reunión, con mi socia, nos preguntamos qué íbamos a hacer, y yo propuse ser valientes. Esto significaba utilizar cada uno de los estadios que te iba permitiendo la normativa, y cada paso lo íbamos dando perdiendo dinero, pero era mejor que estar en casa. Nosotros sentíamos la responsabilidad de sostener la llama del rock & roll encendida, y si encima trabajamos ya con esos estilos cerca de la extinción, pues nos sentíamos más responsables todavía... Así que seguimos cada uno de esos pasos... Primero se pudo hacer streaming, luego conciertos para 30 personas sentadas… Y no había ninguna manera de sacar dinero de eso... Lo que también hicimos fue elegir, creo que fue a cinco bandas, e íbamos repitiendo para intentar que al menos ésos conservaran su sueldo en la música. Porque nosotros íbamos a perder igual, entonces si cambiábamos de músicos demasiado la ayuda no les iba a servir de nada”.
La pandemia también trae a la Gruta un problema gordo, pero con ingenio, esfuerzo y la demostración de que la solidaridad funciona consiguen darle la vuelta y salvarse: “Justo en la pandemia acabamos de pagar los créditos del local, y de no haberlo conseguido nos hubiéramos ido a la mierda. Teníamos un agujero de 4.000 euros o así, Y lo que hicimos fue montar una campaña para que la gente comprara de manera anticipada vales de entradas de concierto de 10 o que nos pagaran cervezas anticipadamente. En esa campaña conseguimos no 4.500, sino 5.000 euros en menos de un mes. Así que ese público nuestro tan fiel nos salvó”.
Tras la pandemia, claro, han cambiado muchas cosas. “Sobre todo ha cambiado el carácter indómito de la noche madrileña —opina Indio—, y eso me jode sobremanera. Después de la pandemia la gente se acuesta antes. Nosotros abríamos a las once de la noche antes, y ahora abrimos a las nueve y media. Ni pensar abrir a las once: si lo intentas te hundes. La gente está en la cama a la una. Han cambiado Madrid, han cambiado las costumbres; lo que no había conseguido la política durante años lo ha conseguido la pandemia. Nosotros tenemos licencia para cerrar a las seis y cerramos a las cuatro y media porque nos vamos cuando no queda nadie... Esa costumbre ha cambiado, y me parece que hay que recuperarla, pero no sé muy bien cómo, la verdad”.
Pero con todo y adaptándose a cada momento, la Gruta 77 sigue adelante sosteniendo la bandera del rock & roll en directo, y en estos momentos se encuentra celebrando el 25 aniversario “con muchas ganas, trayendo bandas muy interesantes y que están un poco olvidadas por el gran público, como por ejemplo los DelTonos, los Trotsky Vengarán, los Bad Manners o los Peter and The Test Tube Babies, que traeremos el mes que viene y que serán nuestro concierto número 5.000.... Yo creo que Gruta está en un buen momento, en el que afortunadamente tenemos el respeto de toda la escena, y pienso que musicalmente además ahora hay bandas a nivel estatal tan interesantes como para girar internacionalmente, y hay que apoyar a esas bandas. Sí echo de menos el apoyo de televisiones y radios a proyectos como el de Gruta y a esas bandas, claro, pero en nuestro aniversario realmente estoy más interesado en que lo celebre la gente cercana a Gruta. De hecho, el jueves pasado hicimos un concierto gratuito para que la peña que no tiene pasta pudiera celebrar el aniversario con nosotros también”.
Porque hay que decir además que la Gruta ha colaborado siempre con el movimiento asociativo del Distrito, y de hecho participa de forma decidida en ese motor en que se ha convertido Carabanchel Distrito Cultural. Al respecto, Indio nos comenta: “el germen de Carabanchel Distrito Cultural está en los Foros Ciudadanos que se crearon en su día en el Gobierno de Más Madrid. De ahí, de conocernos todos, ponernos cara, ver quiénes éramos los más inquietos, nace en cierto modo la chispa de Carabanchel Distrito Cultural que luego hemos desarrollado, de lo que después surge el festival Cruza Carabanchel, coger la caseta en San Isidro para poder financiar todo el proyecto… No es más que visibilizar por un lado la amistad y la camaradería entre los agentes culturales y los vecinos que demandan cultura del Distrito y por otro darlo a conocer y conseguir el respeto de las instituciones”. Al margen de ello, añade, como Gruta 77 “nos planteamos la obligación de hacer un concierto benéfico al mes. No siempre lo conseguimos, pero también es verdad que algún mes hay dos. Entonces, desde aquí, y utilizo A Voces de Carabanchel como altavoz, le decimos a colectivos vecinales de Carabanchel y causas que necesiten apoyo económico dentro del Distrito que aquí está Gruta para intentar ayudaros. Lo hemos hecho desde el primer día, desde el año 2000”.
En la misma línea, nuestro anfitrión nos deja un mensaje final: “Vecinos, por si no lo sabéis, el movimiento vecinal de Carabanchel está que bulle, y os animamos a participar en él. Además, si no conocéis Carabanchel Distrito Cultural, interesaos, porque en el barrio están pasando cosas muy chulas y se montan para que los vecinos participen. Entonces, por favor, echad un vistazo, que Carabanchel está en un momento cultural muy interesante”. Totalmente de acuerdo, Indio.
MÁS INFORMACIÓN
- C/ Cuclillo, 6
- https://gruta77.com/
Fotos: El Indio, en la Gruta 77. Foto: R.B.T.