En 1881 comenzó a funcionar la central de Pearl Street en Manhattan, la primera central eléctrica comercial de la historia. Fue construida por la Edison Illuminating Company, la compañía creada por Thomas Alva Edison. Solo doce años después ya había una central eléctrica en Carabanchel.
En 1893 el empresario carabanchelero Francisco Romero fundó la Cooperativa Eléctrica de los Carabancheles con un capital inicial de sesenta mil pesetas. La instaló en el número 4 de la entonces calle del Doctor Leganés (actual número 8 de la calle Nuestra Señora de la Luz). En el periódico La Crónica de los Carabancheles hay varias referencias a la cooperativa eléctrica. El 15 de febrero de 1898 un redactor solicitaba a “los señores del Ayuntamiento, y tanto como éstos los señores componentes del Consejo de Administración de La Eléctrica de los Carabancheles”, la instalación de la luz en el barrio del Terol y en el cerro del Pimiento, perteneciente este último “la mitad a Madrid y la otra mitad a Carabanchel”. En algunas noticias se nombra tanto a su fundador como a su primer director, Ramón Serrano. En el plano de Facundo Cañada de 1900 aparece la “Fábrica de electricidad de los Carabancheles”, un edificio de planta rectangular, entre la pequeña casa de recreo de un tal Carmona y el lavadero “El Laurel”.


Fábrica de luz de Carabanchel durante su derribo en 1975.
No hay mucha información sobre “La Eléctrica de los Carabancheles”. En la Biblioteca Nacional se conservan los Estatutos y Reglamentos de la Cooperativa Eléctrica de los Carabancheles de 1911 y de 1912, así como la Memoria publicada por la Junta de Administración con motivo de la Junta General que se ha de celebrar el día 11 de mayo de 1912. La cooperativa se constituyó en sociedad en abril de 1911 “buscando el abaratamiento de un suministro tan indispensable como es el de la luz”. En los estatutos de 1911 aparecen los miembros de la junta de administración. Los presidentes honorarios eran los alcaldes de Carabanchel Bajo y Carabanchel Alto. El “presidente efectivo” era Paulino J. Romero, el vicepresidente Jaime Esquerdo (probablemente el hijo del doctor Esquerdo), el secretario Ricardo Jiménez, el vicesecretario Salvador Caballero, el tesorero Alejandro Sánchez (el propietario de la fábrica de cerillas “La Fosforera”), el contador Manuel Antoranz (padre del alcalde de Carabanchel Alto entre 1934 y 1936, Antonio Antoranz); los vocales eran Antonio Rodríguez (sastre y alcalde de Carabanchel Alto), Casimiro Escudero (comerciante y esposo de Matilde Hernández), Eugenio Ochoa, Claro Gutiérrez, Camilo Vázquez, Sebastián Pamplona, Ricardo Salvadores y Francisco Lizcano; el director-gerente era Francisco Romero y el ingeniero-inspector técnico Pedro Rojas. Muchos de ellos son recordados en los nombres de calles de Carabanchel.
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Estatutos y Reglamento de la Cooperativa Eléctrica de los Carabancheles.
En el primer artículo de los Estatutos se expone que el fin de la cooperativa es “el suministro de fluido eléctrico entre sus asociados”, y en el segundo que “el domicilio legal de la cooperativa se fija en Carabanchel Bajo, pudiendo la junta de administración establecer sucursales o delegaciones en el punto que lo estime conveniente”. En el artículo 4º se afirma que “la duración de esta cooperativa será ilimitada en tanto subsista el fin social para que se constituye”. En el artículo 11º del reglamento se expone que el precio del kilovatio-hora para el alumbrado será el de 0,50 pesetas. Teniendo en cuenta que el salario diario de un obrero a principios del siglo XX era de unas 2,50 pesetas y el precio medio actual del kilovatio-hora es de 0,15 euros, se puede considerar que la energía eléctrica en Carabanchel en 1911 estaba al alcance solo de algunos privilegiados.
La cooperativa también suministraba energía para fuerza motriz, es decir, para motores, para concesiones especiales. En la memoria de 1912 se informa de que había logrado dar “fluido a la barriada de los Mataderos y extender el servicio a las afueras de Carabanchel Alto”, que se había “retrasado el suministro a los barrios de los dos pueblos y a las importantes casas del Sr. Esquerdo y Asilo de las Piqueñas” y que en breve llegaría a la carretera de Extremadura. Se anuncian reformas en las líneas de las colonias del Porvenir, del Comercio y de la Prensa. También suministraba energía a los barrios de Mataderos, Terol y Blandón y al Campo de la Aviación.
En 1930 la Cooperativa Eléctrica de los Carabancheles fue absorbida por la Compañía Eléctrica Industrial, pero siguió funcionando de forma independiente aunque realizando intercambios de energía necesarios para cubrir su demanda. En una factura de La Eléctrica de los Carabancheles a Jesús Blasco Navarro fechada el 6 de noviembre de 1935 aparece como domicilio social la plaza de la Lealtad 3 (Madrid) y como “Caja y contratación” la calle Doctor Leganés 4 (Carabanchel Bajo). En la Guía Comercial de Madrid de 1946 aparece la Eléctrica de los Carabancheles como sociedad anónima. En la guía de 1949, un año después de la anexión de los Carabancheles a Madrid, aparece con dirección en la plaza de la Lealtad 3, pero en las guías de 1952, 1956 y 1958 aparece como Central Eléctrica de Carabanchel Bajo con dirección en la calle Dr. Leganés 4.
No hemos encontrado datos de la Eléctrica de los Carabancheles en la década de 1960, por lo que es probable que sería en esta década cuando cesó su actividad. En unas fotografías donadas por Fernando Lite a la web de Memoria de los Barrios se observa a varias vecinas en la puerta y el tejado de la fábrica en 1957. A mediados de la década de 1970 se derribó el edificio que albergaba la fábrica. En la actualidad algunos vecinos todavía recuerdan ir a pagar la electricidad a la “fábrica de luz de Carabanchel”.

Factura de la Eléctrica de los Carabancheles de 1935.
Foto principal: Acceso a la fábrica de la luz de Carabanchel en 1957. Donada por Fernando Lite a Memoria de los Barrios.



