Los tesoros ocultos en Vista Alegre (parte II)

 En torno a la Finca de Vista Alegre 

La Quinta de Vista Alegre tiene aproximadamente unas 45 hectáreas. El conjunto de edificios y jardines singulares bien puede describir el proceso de transformación de Carabanchel desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad.

Desde que la Quinta pasó a manos del Estado a finales del s. XIX, se construyeron en diferentes etapas edificios y jardines, alojando a nuevas instituciones. Esta situación dio pie a una progresiva fragmentación, tanto física como administrativa, de la quinta original. De esta forma, encontramos 47 edificios públicos pertenecientes a diferentes consejerías de la Comunidad de Madrid, al Ministerio de Defensa y al Ministerio del Interior.

La zona abierta al público es la que mejor conserva los vestigios del período como finca de recreo del siglo XIX, sin embargo, solo es una tercera parte del total. Más allá nos encontramos una serie de construcciones y espacios que tienen interés y a los que nos referiremos a continuación.

En 1925 se construyó al suroeste de la Quinta el Reformatorio Príncipe de Asturias, de estilo neomudéjar madrileño. Debido al cambio de paradigma educativo en los años ochenta, el edificio se transformó en el actual IES Puerta Bonita y recientemente se ha instalado también el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma. El edificio, pese al cambio de uso, conserva la disposición carcelaria de sus naves.

► Capilla del Centro de Formación de la Dirección General de la Policía.

Hacia 1928, con proyecto de Ricardo Macarrón Piudo, se inicia la construcción del Colegio de Huérfanos Santo Ángel de la Policía Nacional, lo que hoy conocemos como Centro de Formación de la Dirección General de la Policía. Es este conjunto la aportación arquitectónica más interesante entre las realizadas en Vista Alegre durante el siglo XX. Está constituido por doce pabellones independientes destinados a diferentes usos. Su importancia radica tanto en el libre modo de planificar la disposición de los edificios en la parcela, cercada y segregada del resto de la Quinta, como en el carácter de éstos, en línea con los movimientos europeos, concretamente el art nouveau y la secesión vienesa, cuyo autor bien parece conocer. Al mismo arquitecto se debe el edificio del Centro de Salud Sandoval, también en el mismo estilo.

Tras la Guerra Civil, el Servicio Nacional de Regiones Devastadas, creado en 1938, se encargó de la rehabilitación y planificación de la Quinta, urbanizando todo el sector oriental de la misma. Apenas acabada la guerra, este órgano dependiente del Ministerio de Gobernación dictaminó que las poblaciones con una destrucción superior al 75% —como era el caso de Guernica— se reedificarían de nuevo y serían calificadas como “adoptadas”. Los barrios de Madrid que habían sido primera línea del frente también estuvieron entre las primeras localidades de las que el organismo Regiones Devastadas se ocupó y, por su cercanía a la capital, los pueblos de Carabanchel Bajo y Alto percibieron así parte de los trabajos de restauración.

Frescos de la cúpula del antiguo Colegio de La Unión (fotografía cedida por Linda Hament).

En esta etapa se construye en los terrenos de Vista Alegre, con proyecto de Manuel Martínez Chumillas, una residencia para personas mayores y el edificio que albergaría a los huérfanos que se trasladaron desde El Pardo. La Quinta veía poco a poco cómo sus huertas y jardines eran ocupados por edificios relacionados con la beneficencia, parcelados y en algunos casos con nuevas construcciones que invadían y alteraban el conjunto. En 1988, el orfanato se convirtió en Colegio Público Los Lujanes, integrándose con el alumnado del Colegio Público Las Acacias, el que fue antiguo Colegio de La Unión. En 2006 se establece el CIEM Federico Moreno Torroba. 

El estado en el que se encuentra la admirable iglesia del colegio es deplorable y requiere una urgente intervención en todos sus elementos. La originalidad de la planta, de la cúpula y la calidad de las pinturas realizadas por Alfredo Ramón (1922-2015), cuyo centenario se conmemora el próximo 2022, muestran un bellísimo conjunto que permanece entre los ocultos tesoros de Vista Alegre.

La Gran Residencia, para personas mayores.

Una sorpresa más que se convierte en razón para exigir la rápida recuperación de un espacio medioambiental se halla en los jardines del orfanato y del antiguo Hospital Psiquiátrico Infantil Fray Bernardino Álvarez, ya que fueron diseñados por Javier de Winthuysenn (1874-1956), al recibir el encargo en 1950. A este genial pintor y paisajista se deben los jardines del príncipe de Anglona, entre otras muchas obras.

Como vemos, existe vida más allá de la zona abierta al público recientemente. Cada actuación individual, por aislada que pueda parecer, tanto en la estructura y formación de los espacios libres y verdes como aquellas intervenciones en las construcciones y equipamientos, debe realizarse siempre desde la visión global del conjunto. Es necesario un plan que aborde la Quinta en su integridad, dejándonos disfrutar de todos sus entresijos.

MIGUEL G. ANDÚJAR, JOSÉ MANUEL GARCÍA-RAMA, MIGUEL ÁNGEL MARTÍNEZ (CARABANCHEL, HISTORIA Y PATRIMONIO)


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