LA SOSTENIBILIDAD DEL COMERCIO DE PROXIMIDAD PARA MODERNIZAR EL AUTOEMPLEO EN LOS BARRIOS

El pequeño comercio o comercio de proximidad siempre ha estado presente en la vida de nuestros barrios y son la parada obligada de cualquier vecino que necesita un producto cualquiera. Es el lugar adecuado donde comprar los alimentos diarios, panaderías, peluquerías, fruterías, pescaderías, mercerías, o droguerías son parte ya de nuestra rutina diaria, somos en esencia consumidores a gran escala.

Pero también hemos sido testigos a lo largo de los años de los cierres de estos comercios ya sea por la crisis económica o porque hemos sustituido el pequeño comercio de proximidad por las enormes superficies comerciales ubicadas en las afueras de las ciudades. Allí podemos encontrar casi de todo y -a no dudarlo- son el paraíso deseado para cualquier consumidor avezado y con la cartera llena.

Sin embargo una de las ventajas del comercio de proximidad es que busca suministrarnos los productos que las personas necesitamos en nuestro día a día, evitándonos desplazamientos innecesarios y pérdidas de tiempo, puesto que todo lo podemos encontrar en las calles del barrio. A la par de que son lugares  de encuentro con los vecinos, donde se alterna y se profundizan las relaciones sociales fomentándolas. Pero nadie contaba con la pandemia, y el comercio de proximidad con el decreto de alarma tuvo que cerrar y confinarse.

Pero no son todas malas noticias. El Ayuntamiento de Madrid había previsto   desde la pasada gestión un crédito de más de 6,5 millones de euros para los años 2020 y 2021, que tiene como objetivo impulsar el comercio de proximidad cuya dotación se repartirá en dos convocatorias de subvenciones.

La primera línea, de 5,36 millones de euros, está destinada a los negocios ubicados en mercados municipales y galerías comerciales. Se repartirá en dotaciones de 2,33 millones para 2020 y 3,03 millones para 2021. Tendrá como prioridad la financiación de hasta el 30% de las inversiones de construcción de locales, reforma integral o modernización y adecuación de los ya existentes, y de hasta el 50% si se trata de proyectos de mejora de la eficiencia energética y sostenibilidad medioambiental.

Parte de la dotación estar destinada a adaptar los servicios comerciales y distribución para, de este modo, dar respuesta a los consumidores del siglo XXI. Y también es muy posible que para 2022 haya una dotación adicional de 700.000 euros. Por otra parte el ayuntamiento pretende respaldar económicamente la digitalización de estos espacios con la idea de estandarizar un sistema de venta y reparto en los mercados y comercios. En el Gobierno Municipal aspiran que a corto plazo los mercados municipales se incorporen definitivamente al entorno de la venta digital.

La segunda línea de crédito pretende consolidar a Madrid como “destino de compras” y estará destinada al comercio de proximidad. La dotación, en este caso, asciende hasta los 1,2 millones de euros y abarcará desde la financiación de los gastos de constitución y funcionamiento de las entidades solicitantes y la digitalización de los negocios, hasta actuaciones de formación, pasando por la financiación de estudios de actuación comercial y de actuaciones de comunicación y difusión comercial.

A diferencia de las subvenciones para los mercados y galerías comerciales, que sí pueden ser solicitadas a título individual, las ayudas al comercio de proximidad deberán ser solicitadas por las asociaciones de comerciantes, hosteleros u hoteleros que desarrollen un proyecto de dinamización de los negocios de la zona. Según datos de 2019 el censo de locales del Ayuntamiento de Madrid actualizado cuenta con 176.856 locales comerciales y que supone más del 10% de la afiliación total a la Seguridad Social.

 

 

 

 

 



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