El ‘Lago Pipicaca’, bajo una manzana del Alto de San Isidro

Los vecinos, desesperados ante la inundación de uno de los garajes con las aguas sucias de las viviendas, piden una solución urgente

Los vecinos de los portales 23, 25 y 27 del Camino Alto de San Isidro tienen un lago lleno de aguas fecales bajo sus viviendas. Un garaje propiedad de la Agencia Social de la Vivienda (AGEVISMA, antiguo IVIMA), cerrado y condenado desde hace años, que a raíz de una fuga ha llegado a acumular un metro de profundidad con todas las aguas que salen de los distintos pisos. Esto, que ya supone una dificultad enorme para el vecindario, se ha convertido en un problema grave de salud pública para toda la zona ante el que la lógica dice que la Administración debería intervenir cuanto antes.

El vaciado costó a los vecinos casi 4.ooo euros. Ahora se ha vuelto a llenar. Fotos: cedidas.

Me acerco por allí una gélida tarde de invierno y me recibe un grupo de vecinas y vecinos afectados. El olor es más que notable y hay muchos mosquitos pese al frío intenso, así que no quiero ni pensar cómo ha sido esto en verano. Un infierno, me confirman. Porque el problema viene desde marzo pasado, según me explica Soledad Álvarez López, vecina del portal 27: “fue entonces cuando empezamos a indagar un vecino y yo, porque por la puerta de carruajes de la parte de atrás empezaron a salir muy malos olores, como si hubiera algo muerto. Entonces comenzamos a mandar correos al administrador y a la AGEVISMA, que al principio no contestaban, En julio o así, a través de la asociación de vecinos, solicitamos una reunión con el gerente de lo Social de AGEVISMA, y allí fuimos y le explicamos lo que estaba pasando: que notábamos que caía agua y había un olor raro que no sabíamos qué podía ser. A los dos o tres días vinieron los operarios a abrir la puerta del garaje, la peatonal, y sorpresa: se encontraron con el lago de aguas fecales, residuos de cocinas, de baños, de todos los sitios. Un metro de agua de profundidad con la superficie de tres bloques… Si es que tenemos aquí una piscina municipal llena de mierda, literal”.

A esas alturas, la situación es ya insufrible, y comienza a afectar a toda la zona. Como cuenta Soledad, “durante los meses de verano, con las olas de calor, sin poder abrir las ventanas en los tres portales y los pisos que había alrededor, más toda la colonia infestada de mosquitos y moscas negras, que menudas picaduras que hemos estado sufriendo, sobre todo los niños, con alergias…”. Convocan una reunión urgente de los tres portales, acordándose “poner un fondo común para poder hacer el vaciado, porque lo primero que nos dijeron los operarios es que eso había que vaciarlo para ver de quién era la rotura. Hicimos la reunión de cada portal y luego se hizo en conjunto a finales de septiembre, porque nos pillaron las vacaciones por medio. Al final se llamó a un pocero, se vació, ha costado la friolera de casi 4.000 euros, y después de eso se explicó en la reunión que se vaciaba y se arreglaba a cuenta del portal al que perteneciese la avería”.

Responsabilidades

El origen parece estar en una arqueta del 27, pero la cosa no es tan sencilla. Como dice Soledad, “Nos ha tocado a los del 27, pero la arqueta está en los garajes que pertenecen a AGEVISMA, llevan 30 años cerrados y no se han responsabilizado siquiera de un mínimo mantenimiento ni de luz, ni de incendios, ni de bocas de riego… de nada. AGEVISMA tenía que haber hecho una supervisión y un mantenimiento de ese espacio suyo que estaba condenado, y han pasado totalmente. Si hubiera habido una supervisión nos hubiéramos dado cuenta mucho antes de que se estaba inundando un garaje, y si la rotura es del 27, o del que sea, habríamos podido arreglarlo muchísimo antes de llegar a esta situación”. Esto que apunta Soledad es muy importante, pues la falta de mantenimiento por parte de la agencia de vivienda constituye precisamente el motivo de que el seguro que tienen contratado los vecinos no se haya hecho cargo del arreglo. Además, AGEVISMA es causante de otro problema serio: la mitad de los vecinos del bloque son propietarios, pero la otra mitad está de alquiler y la propietaria es la agencia, que se niega a adelantar su parte para la reparación, pretendiendo que la pague la comunidad y luego le pase la cuenta. Pero claro, a la comunidad no le sobra precisamente el dinero, lo que hace mucho más difícil que los vecinos puedan solucionar el problema.

Pero puede haber más responsables. Como explica Soledad, “el agua ha entrado por esa arqueta, pero la avería puede ser externa, puesto que en el desagüe que va hasta las alcantarillas hay una parte, justo en nuestra acera, que está hundida, y no sabemos si el hundimiento ha partido el tubo. Claro, eso hay que verlo, meter una cámara, y conlleva un estudio y un coste… Y ya hemos gastado 4.000 euros que no han servido para nada, porque lo vaciamos, no se ha arreglado y se ha vuelto a llenar”. El temor además es que exista un problema general de pocería en toda la colonia, dado que según me cuentan las vecinas han surgido casos en muchos otros portales, que algunos ya se han arreglado. “En uno de ellos la mierda se les estaba yendo a los bajos y les estaba saliendo por los váteres”, comentan.

Los vecinos están desesperados, y reclaman que AGEVISMA asuma su papel en este problema y puedan afrontarlo todos a una para localizar el origen real del mismo y arreglarlo de forma definitiva. Piden además que se haga con urgencia para no tener la situación del verano pasado en cuanto el tiempo mejore, y que tome también cartas en el asunto la Administración competente, dado que entienden que estamos ante un problema de salud pública. Con lo que he visto, no puedo sino estar de acuerdo: si ahora está así, pasar un verano sobre semejante lago fecal debe de ser insoportable.


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