El miércoles 15 de noviembre se llevaron a cabo los procedimientos formales para constituir las Mesas de Proximidad en las siete áreas del distrito de Carabanchel. Sin embargo, la iniciativa promovida por la Dirección General de Participación Ciudadana se enfrenta a un desafío significativo, ya que solo dos de las mesas pudieron formarse debido a la escasa participación.
El propósito de los Consejos de Proximidad es mejorar la eficacia en la participación y debate de la ciudadanía en los asuntos locales. Estos órganos territoriales están diseñados para facilitar la interacción entre los residentes y el Gobierno local en cuestiones de interés comunitario.
Cada distrito contará con un Consejo de Proximidad, sumando un total de 21 en la ciudad. Cada uno de estos consejos estará compuesto por una presidencia, mesas temáticas, una consejería de proximidad, organizadores, representantes, una secretaría y una asesoría legal.
Estas mesas temáticas, de un total de siete, abarcan áreas críticas de la gestión municipal, vinculadas a las actuales Áreas de Gobierno del Ayuntamiento. Entre ellas se encuentran Seguridad y Participación Ciudadana, Cultura, Economía y Hacienda, Urbanismo y Medio Ambiente, Políticas Sociales, Obras y Equipamientos, y Vivienda.
Sin embargo, la participación ha sido un desafío significativo. Las mesas de Urbanismo y Medio Ambiente y Participación Ciudadana fueron las únicas que alcanzaron el mínimo requerido de participantes para constituirse. Las demás, como la de Vivienda, una temática crucial tanto a nivel ciudad como distrital, no tuvieron suficientes inscritos.
Los esfuerzos de miembros y asociaciones locales para redirigir inscripciones de una Mesa a otra, como la de Cultura, resultaron insuficientes para lograr su conformación. La falta de interés o la falta de conciencia sobre la importancia de estos órganos en la toma de decisiones locales puede estar contribuyendo a la baja participación.
Nacho, de la Mesa de Cultura, comenta que hubo poca información, y si hubieran explicado como se constituían las mesas podría haberse organizado de otra forma y traer más gente de cultura. También se comentó que la difusión a través del tablero de anuncios fue insuficiente y se debió hacer una campaña más extensa por otros medios.
Marta, de la Asociación Vecinal San Isidro, inscrita en una de las mesas constituidas, comenta: “Esto es un indicativo de que la población no está interesada o una mala difusión que hace que los vecinos no sepan lo que esta sucediendo. Las mesas que sí se han constituido creo que se ha debido al interés de la ciudadanía, como Seguridad o Urbanismo, que son más cercanos e inmediatos que los temas de procesos donde la gente se queda en un segundo lugar”.
Este episodio ha generado inquietudes entre los organizadores y miembros de las asociaciones del Distrito, quienes aunque intentaron transferir inscripciones de una mesa a otra para alcanzar el mínimo requerido, no lograron conformar mesas como la de Vivienda.
Carlos Izquierdo Torres, concejal presidente del Distrito de Carabanchel, declaró: “Nuestra voluntad es que se puedan constituir todas las mesas posibles. Hemos esperado cerca de 15 minutos para ver si aparecía alguien de última hora, dado todas las facilidades… Yo creo que los vecinos han decidido. No sé a qué se debe la baja participación: la difusión se ha hecho como establece el reglamento, puesto en los tablones y los vecinos eligen libremente si quieren venir o no”.
Esta situación pone de manifiesto la necesidad de reflexionar sobre cómo fomentar una mayor conciencia y participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones locales para asegurar que los Consejos de Proximidad cumplan con su objetivo de ser una herramienta efectiva para la democracia participativa en Madrid.
