¿Estamos bien vacunados los adultos? Es una pregunta importante que nos deberíamos hacer alguna vez en la vida. La vacunación es una de las

El calendario vacunal en la infancia se completa, por la mayoría de las familias, en las revisiones periódicas de los centros de salud, enfocadas al seguimiento del crecimiento de los niños. El calendario de vacunas de los adultos se va actualizando gracias a las campañas de difusión destinadas para ello. Sin embargo, la edad adulta es un periodo en el que el seguimiento y la actualización de las vacunas disminuye, y es importante mantenerlas actualizadas, ya que, aunque hayamos sido vacunados en la infancia, la protección frente a algunas enfermedades disminuye con la edad.
¿Por qué los adultos se deberían vacunar?
Las razones son las siguientes:
— Por edad, a veces en la infancia no han sido vacunados.
— Vacunas que necesitan dosis de recuerdo.
— Situación epidemiológica de las enfermedades.
— Movimientos migratorios (viajes, traslados…).
— Riesgo laboral.
— La existencia de patología cardiaca, pulmonar, renal, endocrina, hematológica, hepática e inmunodeficiencia congénita ó adquirida.
— Estilos de vida
¿Qué vacunas son necesarias?
Las vacunas que los adultos tendríamos que tener actualizadas, dependiendo de la edad, son: tétanos-difteria, triple vírica (sarampión, rubeola y paperas), meningococo C, neumococo 23, gripe y varicela.
Siempre que hablamos de estar vacunados, hablamos de dosis puestas y registradas, es decir, documentadas en una cartilla de vacunación o similar.
— Tétanos-difteria: si tenemos 5 dosis puestas, solo será necesario un recuerdo a los 60 años. Si no es así, habría que completar las dosis.
— Triple vírica: los nacidos desde 1985 deberían tener 2 dosis puestas. Los nacidos entre 1966 y 1984 deberían tener 1 dosis puesta.
— Meningococo C: los nacidos desde 1985 deben tener 1 dosis.
— Neumococo 23: los mayores de 60 años deben recibir una dosis.
— Gripe: los mayores de 60 años se deben vacunar una vez al año.
— Varicela: los nacidos desde 1966 deben tener dos dosis de la vacuna, en caso de no haber pasado la enfermedad.

¿Cómo debemos actuar?
Ante cualquier duda sobre el estado vacunal, conviene recabar toda la información escrita posible sobre la vacunación propia y pedir cita para la consulta de Enfermería de su centro de salud. Como bien dice el dicho: “Más vale prevenir que curar”.