“Te sorprendería cómo uno siempre busca en el presente o en el futuro las respuestas que están en el pasado”
(Carlos Ruiz Zafón)
El denominado “Grupo Loyola” es un conjunto de viviendas sociales edificadas en Carabanchel Alto a principios de los años sesenta por la extinta Constructora Benéfica Hogar del Empleado, entregadas en julio de 1962.
El conjunto, obra del prestigioso arquitecto Sáez de Oiza y Romany en colaboración con los no menos prestigiosos Eduardo Mangada y Carlos Ferrán, integra 46 edificios que albergan 781 viviendas sobre un solar triangular de unos 45.000 m2. Los edificios se organizan sobre este espacio de forma concatenada, dibujando dos triángulos concéntricos que protegen un gran espacio central en su interior destinado a convertirse en el centro de la vida social. El encaje de los bloques define claramente espacio exterior, un corredor de circulación interior entre las dos formaciones triangulares de edificios y el gran espacio protegido en el corazón del conjunto.
Entre los dos anillos formados por los edificios se plantea una circulación híbrida donde se mezcla circulación rodada y peatonal. Sin embargo, a través de una serie de medidas urbanísticas muy estudiadas, se potencian las zonas verdes y el uso peatonal del espacio.
Este diseño urbanístico que pone en valor las zonas comunes y los jardines se hace a mediados del siglo pasado con criterios de esa época, pero anticipa criterios de futuro y es el que hace merecedor al Grupo Loyola de una catalogación especial (“conjunto homogéneo de bloques en altura”) y protege sus jardines con un nivel III. Durante 63 años los vecinos han estado manteniendo y cuidando estos jardines para preservar el espíritu inicial del diseño.
Actualmente, el Ayuntamiento de Madrid está elaborando un “Plan Especial para la regularización de los espacios libres de las colonias Loyola y Virgen de la Inmaculada”. Los vecinos sospechan que, con este plan, el Ayuntamiento pretende aumentar el número de plazas “legales” para vehículos a costa de la reducción o eliminación de zonas verdes tan necesarias para nuestro futuro destruyendo los principios que inspiraron este proyecto.
Los propietarios de las viviendas de esta colonia piden poder participar en este proyecto, diseñando juntos nuestro futuro. Proponemos que esta colonia quede como un modelo de urbanismo del siglo pasado que se adelantó en el tiempo.
