Editorial
Celebramos la noticia de la descentralización del Ayuntamiento para dar más competencias a las juntas distritales. Nos parece una buena iniciativa para que los problemas que afectan a los municipios se puedan percibir y gestionar dando participación a los vecinos.
También nos hacemos eco de la iniciativa y opinión de un vecino que denuncia el abandono de la Finca de Vista Alegre, al haber en Carabanchel una carencia importante de parques y zonas de esparcimiento y ocio. Esperamos que esta descentralización sirva para escuchar las sugerencias de nuestros vecinos y nos ayude en esta convivencia que es necesario cuidar. Nosotros, a través de nuestro periódico y en la medida de lo posible, haremos de altavoz y de comunicación, o si se quiere de puente, pues también somos vecinos, y desde luego todos los problemas se dan en los barrios, mientras que lamentablemente las soluciones están alejadas de aquí. Pero si hay voluntad, siempre hay formas de arreglar las cosas.
Así, dentro de esta dinámica deseable, cualquier solución que se dé podrá servir de modelo a otros barrios, pues los problemas y las carencias son cada vez mayores. Por ejemplo, ¿cómo solucionar el problema de la vivienda? Recordamos que es un problema enquistado y del que ya no se habla tanto.
También seguimos detectando el problema de la falta de recursos y de alimentación que hemos resaltado en diferentes números. De la falta de recursos que algunos quieren utilizar para discriminar a una parte de la población. Problema de la pobreza extrema, que se va extendiendo más y más, y no solo dentro de nuestras fronteras.
Lo que lamentablemente se va internacionalizando son los conflictos y la violencia, que se extiende desde Siria a los países limítrofes y contrasta con el Estado de Bienestar y la opulencia de que dispone la Unión Europea (aunque dentro se sufra la desigualdad, la discriminación y la desesperanza).
No se puede crecer y avanzar sin tener en cuenta a los de dentro y las condiciones y relaciones que se establecen con otras regiones y países. No se puede avanzar poniendo más represión, violencia, fronteras, policías, y, a la vez, generando conflictos en otros lugares.
Por tanto, decimos lo que hemos dicho en otras ocasiones, y esperemos sea una máxima y eslogan que llegue a los corazones de la gente: “no habrá progreso si no es de todos y para todos”