David Fernández Rey
Un 20% de la población española y más de un 24 % de los madrileños son intolerantes a la lactosa. Pero esta intolerancia que con el paso de años empeora, no es conocída tanto por la sociedad. En ocasiones confundimos intolerante a la lactosa con alérgicos a los lácteos. ¿Pero que es realmente esta enfermedad que empieza a conocerse como discapacidad?
La lactosa es un azúcar que está presente en todas las leches de los mamíferos incluyendo la del ser humano y que puede encontrarse en numerosos alimentos precocinados. Es el llamado azúcar de la leche, (C12, H22,O11) disacárido natural compuesto de glucosa y galactosa.
La lactasa es una enzima producida en el intestino delgado vital en el desdoblamiento de la lactosa en sus dos azúcares simples glucosa y galactosa. Si los niveles de lactasa son bajos o no realiza bien su labor desdobladora, aparecen dilemas para digerir la lactosa.
La sensibilidad a la lactosa puede variar ampliamente, algunas personas notan sus efectos de forma inmediata después de su consumo en pequeñas cantidades, mientras otras tienen un umbral de sensibilidad más alto y es más difícil de observar su relación causa-efecto. Dependiendo del nivel de intolerancia, cada persona tolerará una cantidad más o menos alta. Hay personas que permanecen de forma asintomática toda su vida, sino exceden una determinada cantidad de lactosa al día.
Cada persona debe conocer cuál es su nivel de tolerancia.. La sensibilidad con el tiempo puede cambiar y con el estado general de salud. Un episodio agudo de diarrea, causada por una infección, puede reducir transitoriamente los niveles de lactasa y hacer más sensible a la lactosa.
Aunque ambas dolencias tienen un mismo origen, no tienen nada que ver (La alergia a la PLV es reacción del sistema inmunitario ante la proteína de la leche). Eso explica que en el mercado podrás encontrar productos aptos para los intolerantes a la la lactosa, sin embargo no son aptos para los alérgicos a la PLV.
Productos con un 20% más costosos que el resto de productos existentes en el mercado, por eso las personas reclaman que se equiparen los precios como ya se vienen haciendo con aquellos alimentos de celiacos.
Además de concienciar a los establecimientos y profesionales de la sanidad de dicha información