EXORCIZAR EL PODER EN BOLIVIA: ESTUVO EN MANOS DE LOS INDIOS SALVAJES CASI 14 AÑOS.

 
Cuando Jeanine Añez se autoproclamó presidenta de Bolivia, exhibió una biblia como símbolo de exorcización del Palacio Presidencial donde los últimos 14 años habían estado auténticos salvajes, indios e indias alejados de Dios cuyo arrojo llegó a tanto que se atrevieron a entrar a las instancias de gobierno mirando hacia arriba, sin antes ser fumigados para combatir sus olores y, lo que es peor, con sus propias polleras y sus trajes originarios.
Mientras eso ocurría en el interior, los reconquistadores del poder para los “civilizados”, se regocijaban en la plaza quemando la wiphala, la bandera multicolor de las comunidades indígenas. La pisotearon  y la quemaron. Era la explosión reprimida durante más de una década en que veían cómo crecía la economía y la generación de riqueza, y esta vez, los dividendos de esos crecimientos no llegaban a ellos, se quedaba en manos de la gente más humilde. Se estaba generando igualdad.
 
El pánico de Status, como dice el ex vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera, se había generado por el ascenso del 30% por ciento de bolivianos pobres hacía las clase media y media alta. Cuando vieron que una indígena tenía el poder económico y social para comprarse una casa de dos plantas en un barrio residencial donde antes sólo vivían gentes de apellidos ilustres, el pánico se apoderó de esas clases poderosas y saltaron las alarmas. Era el pánico de los agraviados de la igualdad. Esa compra era posible porque ahora había capacidad de ahorro y sobre todo, estabilidad monetaria. El precio del Boliviano, la moneda de ése país, se estabilizó durante la última década, de tal manera que daba lo mismo ahorrar en Bs. o en dólares. 
También a nivel internacional las grandes transnacionales políticas y financieras entraban en pánico. Los indios, que habían instalado un gobierno populista, comunista, autoritario, sectario, terrorista, de espaldas al mundo, en tan solo una década había abandonado el club de los países pobres y se encaminaba a mostrar al mundo que es posible crecer y redistribuir la riqueza al margen de las políticas neoliberales,  la globalización y el sometimiento de los países a imperios superiores. Un mal ejemplo para el mundo neoliberal, en todo caso.
Es que Bolivia había crecido a un promedio de 4.7 anual, cuando el promedio del continente era de. 1%. De ser el pobre de América Latina, sólo después de Haití, se estaba encaminando hacia el club de los países más prósperos. De ser el país más desigual, sólo después de Brasil, ahora la brecha entre ricos y pobres, que antes era de 149 puntos de diferencia, se había bajado a 30. El salario mínimo subió de 50 dólares mensuales en 2006, a 310  en 2019.
El PIB subió de 9 mil millones a 42 mil millones en los últimos 14 años, algo nunca visto en Bolivia en los últimos 200 años. La espantada de la inversión extranjera pronosticada por los organismos internacionales si Bolivia nacionalizaba sus recursos naturales, las industrias y las empresas claves del país, no ocurrió.
 
 
 
      El proyecto del MAS no está agotado. Esa es la    tesis de García Linera. Junto a la maltratada Wiphala, el símbolo de las nacionalidades bolivianas, Muchos Evos volverán a enseñarle al mundo cómo se tiene que gobernar cuando llegue el tiempo del post neoliberalismo”.
 
Con desprecio e ira miraban que el destino de los indígenas cuando migraban hacia los centros urbanos,  ya no era al servicio doméstico y la albañilería. Ahora, una vez preparados, podían ser ministros, jefes de organismos gubernamentales y empresas, rectores de universidad, profesionales en todos los campos. 
Las castas bolivianas y sus cómplices internacionales no veían con agrado que los pobres, que antes vivían en un rancho donde se cocinaba, dormía y se hacía vida común en una sola sala, adquirían una vivienda en condiciones, con agua potable y electricidad incluidos, y los labriegos, que llevaban 500 años con el  arado y los bueyes como únicas herramienta para sus cultivos, Y el burro y el caballo como sistema de trasporte, tenían ahora acceso a un pequeño tractor y un “camioncito”.
Y la tierra. El Gobierno de Evo Morales y García Linera, entrego el 49% de las tierras cultivables a las mujeres. Antaño sólo tenían el 9. Sus hijos, tenían donde estudiar. Colegios nuevos y Profesores capacitados. Bolivia es el país de toda América Latina que más invierte en educación después de Cuba. El 6.9% del PIB es para educación.
Pero el grado de terror más alto llegó cuando el 52% de los integrantes del Parlamento Boliviano eran mujeres, indígenas, campesinas, chicas del servicio y el 75% del total pertenecía al MAS, (Movimiento al Socialismo), donde se habían aprobado sendas leyes para ir cerrando la brecha entre ricos y pobre, el avance imparable que iba logrando Bolivia hacia una sociedad más justa y libre. Fue allí donde se aprobó, por ejemplo, la ayuda a las empresas que generan empleo y pagaran impuestos justos. Fue allí donde se declaró que los servicios públicos son un Derecho Humano Inalienable y por tanto nadie puede hacer empresa con ellos. Y allí donde se aprobó que las empresas extranjeras dejaran el 82% de las ganancias al gobierno y ellos se llevaran un 18%. “Y funcionó”, dice García Lineras. Antes de Evo Morales esto era al contrario: se llevaban el 82% y nos dejaban el 18.
Pues bien. Todo este cambio estructural terminó empoderando a los indígenas, devolviéndoles su dignidad y su orgullo como pueblo. Reafirmó sus valores ancestrales y los condujo a la formulación de una nueva Constitución donde se reconoce a las 32 nacionalidades que viven en su territorio plurinacional. A partir de allí surgen nuevas formas de participación democrática, política, social y cultural y Bolivia se encamina a ser parte de una de las democracias más avanzadas del continente. 
Su progreso en todos los campos es reconocido por todos los gobiernos, instituciones y organismo internacionales, incluidos, y a su pesar, El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Si, los reconquistadores entraron con la Biblia al Palacio de Gobierno, exorcizaron los lugares de mando donde había estado un gobierno indígena dando ejemplo al mundo de que se puede gobernar al margen de hegemonías internacionales y que un Pueblo puede gobernase así mismo sin necesidad de tutelas neocolonialistas. Utilizaron a Dios para recolonizar a una nación amparados en una secta internacional que aspira a iluminar a los gobernantes del mundo en las artes divinas de esclavizar a los pueblos. Pero el proyecto del MAS no está agotado. Esa es la tesis de García Linera. Junto a la maltratada Wiphala, el símbolo de las nacionalidades bolivianas, Muchos Evos volverán a enseñarle al mundo cómo se tiene que gobernar cuando llegue el tiempo del post neoliberalismo.
 
Arturo Prado Lima
 
 

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2 comentarios

  1. José L Fernández | 09/03/2020 12:41h. Avisar al moderador
    ¿A ti no te importa lo que les ocurre a otros? A mí sí me parece importante, y es de agradecer que se nos de una información que no aparece habitualmente en la prensa. Ojalá hubiera más diversidad de información para poder tener una opinión fundada sobre lo que ocurre en Carabanchel y el resto del mundo   
  2. Juan Carlos Fernández | 08/03/2020 22:48h. Avisar al moderador
    Pero éste no es un periódico que trata los temas de Carabanchel, que nos importa lo que ocurre en Bolivia.   

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