Uno de los burgos de la sierra de Gredos es precisamente Burgondo, que fue desde antiguo encrucijada de caminos. Allí fuimos de excursión un grupo de la tercera edad, y última edad. Recuerdo que fue un día hermoso, pues incluso hubo amoríos por medio.
Sí amigos, fue a orilla de un Alberche con rápidos cristalinos bajo un puente de piedra, truchero y pintoresco, y una higuera recién cortada nacida en sus entrañas. Creo que aquel entorno me caló, y sentí deseo de ofrecer unos versos al puente del Alberche.
El puente de Burgohondo / tenía una higuera, / pero no daba higos, / tampoco brevas; / por eso aquí el Alberche / fiero se encrespa. / El puente de Burgohondo / está muy solo, / pues cortaron su higuera / tronco por tronco.