Cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer trabajadora, con el que se conmemora la lucha de la mujer por su participación en pie de la igualdad. En la última década la participación de las mujeres en los puestos directivos se ha incrementado en más de un 35% según el Instituto de la Mujer, aunque este incremento no va ligado aún con la igualdad en los salarios, puesto que los hombres directivos todavía ganan un 18% más respecto a los salarios de las mujeres.
En España han pasado aproximadamente 7 años desde que se aprobó la Ley de Igualdad, y el porcentaje de hombres directivos sigue doblando a las mujeres según el Instituto Nacional de Estadística. El 70% de las mujeres directivas considera que existe discriminación salarial entre hombres y mujeres, y un 40% considera que el haber tenido hijos durante su carrera profesional no le ha perjudicado en su proyección laboral.
Por ende es un día interesante en donde hablamos de la igualdad y la brecha salarial. La cuestión es cómo alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres. En el ámbito profesional se ha avanzado significativamente, pero aún no es suficiente. La igualdad de oportunidades no es solo tarea femenina; por el contrario, para seguir avanzando hace falta la participación del sexo masculino, que en muchas ocasiones hacen de mentores para ubicar a la mujer en el lugar que le corresponde, bajo el lema “es más lo que nos une que lo que nos divide”.
Sí que es cierto que hay mayor presencia femenina en el mundo laboral, no obstante hay sectores donde aún se resisten a contar con profesionales de sexo femenino. La sociedad en conjunto tiene que mantener una actitud proactiva si queremos alcanzar la igualdad para disminuir esas brechas que aún se observan.
Dicho lo cual, la conciliación productiva consiste en primer lugar en establecer medidas de conciliación, para que la mujer se pueda acoger a ellas, lo cual implica que las empresas de nuestros maridos cuenten con esas medidas de conciliación para que nosotras podamos progresar en las nuestras, o que en nuestras empresas los hombres se puedan acoger a esas medidas para que sus mujeres también puedan progresar y alcanzar el equilibrio no solo personal, sino también laboral.
Desde el punto de vista de Recursos Humanos, las organizaciones ya se plantean establecer medidas de conciliación para todos por igual, en las que se contempla la flexibilidad de horarios entrada y/o salida. Entre otras medidas pendientes nos encontramos a la baja por maternidad, pues a día de hoy el tiempo que se toma la mujer es diferente al del hombre.
Esther