Día Mundial de la Justicia Social

El día Mundial o internacional de la Justicia Social se celebró el pasado día 20 de febrero. La celebración de este día fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas -ONU-, el 26 de noviembre de 2007, como una forma de conmemorar y velar por este principio-objetivo social fundamental.

La Asamblea General de Naciones Unidas reconoce que el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la convivencia en paz y la seguridad en las naciones y entre ellas, y que a su vez, el desarrollo social y la Justicia Social no pueden alcanzarse si no hay convivencia en paz y seguridad o si no se consideran y desarrollan de forma efectiva todos los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales.

También reconoce en su resolución de la Declaración de Copenhague de 1995, y de Ginebra de 2000, que la Justicia Social es el marco básico para la promoción del desarrollo social en los planos nacional e internacional. 

Leyendo ambos manifiestos suscritos por representantes de un gran número de países de los cinco continentes, vemos compromisos que, o no tenían una cierta intención de generar tal, Justicia Social, o no se plantearon que para que  ésta tuviera lugar, había que replantearse la estructura socio-económica, la gran maquinaria que nos ha traído al actual estado de cosas, en el que la desigualdad y la inequidad son cada vez más graves, demostrando en los hechos que tales compromisos no eran factibles.

Ya en el año 95, como se expresa en la Declaración de Copenhague, se había iniciado la revolución tecnológica en las comunicaciones, ya existían Internet y el sistema Windows, y por supuesto ya se sabía que el desempleo tecnológico estaba a la vuelta de la esquina. ¿Por qué entonces se comprometen en tal declaración los países firmantes al pleno empleo? Es absurdo, incoherente o malintencionado comprometerse a algo que sencillamente no es posible y además no es necesario. 

Como dicen por ahí “El papel lo aguanta todo”, pero dada la situación actual en que las incoherencias estructuradas de este sistema inhumano están catalizando en una expansión por todo el planeta del horror de la miseria, la inseguridad, la falta de futuro y de sentido para la vida de cada vez mayor número de seres humanos, es hora de dejarse de palabras, y crear realidades. Es hora de la Renta Básica Universal e Incondicional. 

La importancia de la Justicia Social radica en que fomenta la integración y la protección frente a la explotación de las personas más vulnerables o ya excluidas, para de esta manera, caminar hacia una sociedad más justa y equitativa. Busca erradicar la pobreza y promover el empleo y el trabajo digno, la igualdad entre los sexos y el acceso a la estabilidad y desarrollo en Sociedad. La mejor manera de erradicar la pobreza, es dejar de crearla.

Para ello y en cumplimiento del artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar….”

Todos los demás derechos  no ejercen eficacia de hecho, si no aseguramos el Derecho a la Subsistencia -cubrir las necesidades básicas de la persona-, como derecho que hace efectivamente posible los demás derechos sociales fundamentales.

El anterior Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos Philip Alston declaró en un informe que en junio 2017 presentó al Consejo de Derechos Humanos,  “En múltiples aspectos, la renta  básica universal ofrece una solución audaz y creativa a muchos problemas acuciantes que están a punto de empeorar aún más, como consecuencia del rumbo hacia el que la economía mundial parece orientarse de manera inexorable”. 
Del mismo modo que existe esta propuesta de Renta Básica Universal, la cual supondría un esfuerzo monetario que deberían cargar en teoría las capas sociales más adineradas por las diferentes vías fiscales, se podría pensar en establecer una Renta Máxima que llevaría desde el fondo de la teoría de rentas, a concienciar y a centrar el principio de Equidad y Equilibrio Social en el reparto y redistribución de la Riqueza -evitando la explotación, y la práctica ahora habitual por parte de los grandes capitales, de condicionar las decisiones de Gobiernos y Estados, convirtiéndose en , y comprometiendo con ello la libertad del resto de la sociedad no rica-. Además con este acercamiento de rentas se hace factible el objetivo de que se cubran las necesidades de subsistencia de toda la población y así hacer más factible la Justicia Social en el desarrollo social para una Vida Digna.



LA RENTA BÁSICA INDIVIDUAL, UNIVERSAL, INCONDICIONAL Y SUFICIENTE “RBUI”

¿Por qué?

  • Porque nos da libertad para elegir como y que queremos hacer en nuestra vida y nos garantiza nuestra autonomía personal.

 

  • Porque nos permite elegir las personas con las que queremos relacionarnos  y elegir empleos sin la presión de la necesidad acuciante de un salario.

 

  • Porque garantiza la no dependencia de otra persona para cubrir nuestras necesidades materiales.

 

  • Porque permite el desarrollo de nuestras capacidades y nos evita perder energía con el único objetivo de la supervivencia, en actividades que no siempre tienen sentido, o utilidad.


Por ello te invitamos a que firmes y difundas la ICE (Iniciativa Ciudadana Europea):
https://rentabasicaincondicional.eu


  Votar:  
Resultado:0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos
  0 votos

Deje un comentario

Su e-mail no será publicado.

*

*

*