En el año en que España acogía el Mundial de Fútbol y Naranjito como emblema, el Papa Juan Pablo II visitaba España por primera vez y Los Rolling Stones hacían vibrar el Estadio Vicente Calderón, en ese mismo año, en el año de la modernidad, en 1982, arrancaba en Madrid un modesto festival de cine que hoy cumple 40 años y se consolida como el escaparate singular para ver o recordar algunas de las películas memorables que nos dejó el cine español del año anterior. En esta edición y durante estos días se exponen los carteles de las cuarenta ediciones para repasar la evolución de las artes gráficas a golpe de claqueta. El concejal de distrito, Álvaro González, visitó el pasado martes la muestra.
Organizado por la Junta de distrito de Carabanchel, desde el 28 de enero y hasta el 6 de febrero, el distrito huele a palomitas, despliega su alfombra roja de los centros culturales Fernando Lázaro Carreter (calle Verdad, 29) y San Francisco-La Prensa (calle Aliseda, 4), y apuesta por el cine, el nuestro. Sin importar la duración del metraje.
Y es que, si la semana de cine sopla 40 velas, el certamen de cortometrajes cumple con 32 ediciones en su historial, más de tres décadas con el empeño de promover y ayudar a los equipos realizadores del mundo del ‘corto’ español. Pequeñas películas con grandes historias, insólitas en ocasiones, con una mirada diferente que supone una oportunidad para nuevos talentos. Se repartirán 17.000 euros en cuatro premios para los finalistas de este certamen que cuenta con un jurado compuesto por la actriz, directora y dramaturga Amparo Climent y el actor y director Carlos Iglesias. Los ganadores se conocerán en la gala de clausura del domingo.