En la quinta de Vista Alegre se halla el desaparecido jardín del antiguo Hospital Psiquiátrico Infantil Fray Bernardino Álvarez, edificio en un lamentable estado de abandono. El jardín fue trazado en 1950 por Javier de Winthuysen Losada (Sevilla, 1874 - Barcelona, 1956), artista que salvó del olvido un patrimonio inmenso a lo largo de España, nuestros jardines históricos. Deseamos hacer constar la presencia de este ilustre maestro de jardines en Carabanchel, confiando en que más pronto que tarde el lugar que acogió su obra recupere su original esplendor.
Dos Vistas del Hospital Psiquiátrico Infantil Fray Bernardino Álvarez en la actualidad.
Maestro pintor y jardinero
Formado como pintor en la Escuela de Bellas Artes hispalense, viajó en dos ocasiones a París en 1903 y en 1912 con su esposa Salud Sánchez Mejías. De regreso entabla amistad con Rusiñol, Lasso de la Vega, los hermanos Machado, Marañón, Ortega y Juan Ramón. Una beca de la Junta de Ampliación de Estudios para investigar jardines olvidados y paisajes históricos de España le permite desarrollar su vocación: consultará archivos, redactará informes, trazará planos y dibujos. Comienza a publicar artículos y concibe una obra en varios tomos dedicados a los jardines castellanos, andaluces, levantinos y del norte. Promoverá los jardines españoles donde las fuentes, los adornos de piedra o de cerámica, las esculturas, las pérgolas o el solado no se conciben aislados del aroma, del rumor del agua, del color de las flores, de cantos y aves. Eduardo Chicharro, director general de Bellas Artes, le encargará el Patronato de Jardines Históricos a la vez que diseña jardines privados, destacando los de Ortega y Gasset y Salvador de Madariaga.
Las circunstancias personales cambian, fundando una nueva familia con la maestra, escritora y documentalista María Héctor Vázquez, con quien tendrá dos hijas. Tras la Guerra Civil se instala en Barcelona, siendo nombrado por el marqués de Lozoya inspector de jardines artísticos. Se ocupará de nuevos trabajos en la Alameda de Osuna; Museo Arqueológico de Ibiza; jardín para el Sr. Botín en Puente de San Miguel. Algunas de sus obras pictóricas pueden admirarse en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, el Nacional de Arte de Cataluña o el Centro de Arte Reina Sofía.
Archivo Real Jardín Botánico. Fondo Winthuysen IX.Planta de los jardines del Instituto Fray Bernardino Álvarez. Javier de Winthuysen (1874-1956). Probable autorretrato en la figura barbada.
Jardín del Hospital Psiquiátrico Infantil Fray Bernardino Álvarez
Inaugurado en 1948 como Instituto de Niños Anormales (tal era la terminología en la época), el administrador del hospital, Arístides Cajide, mediante carta del 20 de octubre de 1949, se puso en contacto con Winthuysen para que le orientase “en lo que deba hacerse en este establecimiento, en relación a los jardines y ordenación de la extensa huerta que posee”. El maestro remitió los planos en los primeros días de enero al administrador, quien mediante otra carta fechada el día 19 solicita un informe más preciso en el que se detallaran los costes de cada parte.
El encargado de efectuar los trabajos es Claudio Pariente, que en marzo escribe al maestro cómo van las obras: sacando los paseos a línea, ensanchándolos para que luzcan mejor las fuentes y plantando rosales de vara, santulinas, vinza, margaritón eleucantembus y espuela de caballero.
Winthuysen diseña huyendo “de los efectos decorativos banales, procurando que las bellezas que presenten emanen de la función”. Antepone el bienestar de los niños, pues cree que con su diseño se deben respetar los “juegos y deportes especiales que se terminen en razón a las necesidades sanitarias y educativas”.
La jardinería de la fachada pretende “realzar esta entrada armoniosamente con su arquitectura”. En el patio se aprovechan dos surtidores con árboles. La terraza quedará libre para “la expansión de los pequeños” con arbolado para refugiarse de la insolación. En la escalera instala flores. Para la calle transversal reserva olivos, nísperos, rosales. Los espacios de juegos y deportes se delimitan con pseudoacacias, cerrando el lado de la calle con cipreses, “que impiden los vientos del norte”. El jardín de recreo se aísla mediante altos setos. El huerto, delimitado por moreras y dos hileras de chopos, en paralelo al jardín con filas de frutales y al fondo la casa de labor, vaquería o gallinero, lo que “podría ser un complemento económico”. El vergel servirá de estímulo a niños, profesionales y visitantes disponiendo tablas de hortalizas, flores, árboles frutales, verduras y plantas forrajeras. El espacio se halla atravesado por una acequia “de escasa profundidad (0,40 m) para evitar accidentes”. Se plantarán perales y rosales; en la travesía, cerezos; finalmente, en la denominada calle B, melocotoneros.
Si un día se recuperasen edificio y jardín, leeremos los versos que a nuestro artista dedicara Rafael Alberti en Jardinero: “Vete al jardín de los mares / y plántate un madroñero / entre los hielos polares, jardinero. / Para mi amada, / una isla de cerezos estelares / rodeada de cocoteros; / y en mi corazón guerrero, / plántame cuatro palmeras / a guisa de masteleros.”
Archivo Real Jardín Botánico. Fondo Whintuysen IX .Planta de los jardines del Instituto Fray Bernardino Álvarez. Javier de Winthuysen (1874-1956).
Referencias y Bibliografía
- Archivo Real Jardín Botánico. Fondo Winthuysen IX.
- Añón, Carmen y Sancho, José Luis. Notas sobre la vida y escritos de Xavier de Winthuysen. Ediciones Doce Calles, Aranjuez, 1990.
- Aymerich Ojea, Cristina. Javier de Winthuysen. Pintor jardinero (1874-1956). Arte Hispalense, Sevilla, 2009.
- Varios Autores. Javier de Winthuysen. Jardinero. Real Jardín Botánico, CSIC, Madrid, 1986.
- Winthuysen, Javier. Memorias de un señorito sevillano. Editores María Héctor, Enrique Lafuente, Teresa Winthuysen. Winthuysen Foundation, 2005.