acoso escolar
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Comienza el curso y con él el acoso escolar

La semana pasada Unicef publicó un informe demoledor en el que las cifras son más que preocupantes: la mitad de los estudiantes de 13 a 15 años de todo el mundo dice haber sufrido algún tipo de violencia de sus compañeros

Esta semana comienza a vuelta a los institutos y miles de alumnos volverán a las clases después de un largo verano. Para muchos la vuelta a las clases supone volver a ver los compañeros y amigos pero para otros,  es volver a un lugar donde los insultos y la violencia tiene su casa.

Redacción

La semana pasada Unicef publicó un informe demoledor en el que las cifras son más que preocupantes: la mitad de los estudiantes de 13 a 15 años de todo el mundo dice haber sufrido algún tipo de violencia de sus compañeros y en España supera el 16,5% entre niños de 13 y 14 años.

Para combatir el acoso escolar el profesor y el centro son piezas fundamentales; hay que estar muy atentos de lo que ocurre en la clases y el comportamiento de los alumnos. Tanto los niños que son acosados como los niños que acosan muestran cierto tipo de comportamientos y por ello hay que estar atento a las señales.

Las charlas y la concienciación pueden ayudar mucho a reducir el acoso escolar ya que gracias a esas campañas los niños pueden percibir por fin el acoso como un tipo de maltrato a los compañeros y no como “bromas sin importancia”. De esa forma las personas que realizan acoso a sus compañeros serán mal vistas por la clase y será más fácil parar esa situación porque habrá menos manto de silencio.

Los niños suelen mostrar comportamientos inusuales


Los padres también pueden ayudar a sus hijos, tanto sin son niños que acosan como si son niños acosados. En ambos casos los niños suelen mostrar comportamientos inusuales que se pueden identificar. En el caso de los niños que son acosados pueden mostrar cambios de actitud, incluso físicos.

Los padres deben estar atentos a señales como dolor de tripa de los niños para no ir al cole, pesadillas, no querer hablar para evitar ser preguntados, aislamiento e incluso los padres pueden mirar si tiene algún moratón o su material escolar ha sufrido daños.

En el caso de identificar un problema de acoso escolar lo que menos se debe hacer es minimizar lo sucedido. El acoso es un problema grave que puede generar secuelas, por eso es importante tratarlo desde la raíz para evitar que siga sucediendo.

Joan Soler, Psicólogo, ha explicado al periódico que lo mejor que pueden hacer los padres es no juzgar y acudir al centro. “Es importante que hagan equipo con su hijo aunque también lo pueden vivir con impotencia” explica.

Si hablamos del perfil del niño que abusa, Soler nos explica que suelen ser niños que sufren y que ejercen ese abuso precisamente para sentirse seguros. “Hay que entender de dónde nace ese dolor para poder ponerle solución”.

Lo más importante en una situación como esta es contarlo, romper el manto de silencio para poder poner solución.

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