En el marco de la campaña ‘Apostar la vida no es un juego’, en la que confluyen diversos colectivos
El pasado jueves 29 de octubre, coincidiendo con la celebración del Día Sin Juegos de Azar, decenas de personas marcharon en Carabanchel por la erradicación de las casas de apuestas del Distrito. La marcha, que salía de la boca de metro de Carabanchel a las seis de la tarde, recorría toda la calle de la Oca para terminar en la glorieta de Oporto con la lectura del manifiesto de la campaña “Apostar la vida no es un juego”, en el marco de la cual se ha realizado este acto de protesta y en la que confluyen diversos colectivos carabancheleros.
“Las apuestas son la droga del siglo XXI, que genera precariedad, dependencia y ludopatía. Empobrecen a los barrios humildes, favorecen el ahogamiento del pequeño comercio, y producen inseguridad, fraude, delincuencia… La ludopatía es un problema de salud pública muy grave, una epidemia que afecta a cerca de medio millón de personas en España”, denuncia el citado manifiesto.
Además, “Esta lacra está creciendo cada vez más en los barrios con menores índices de desarrollo económico. Y afecta cada vez más a las personas jóvenes. La mayoría de las personas afectadas por el juego comienza a apostar antes de cumplir 18 años. Es un problema que tiene tres veces más incidencia en adolescentes y jóvenes que en otros grupos de población”. Por ello, desde “Apostar la vida no es un juego” se niegan “a que se sigan cerrando parques, centros juveniles y espacios culturales mientras siguen abiertas las casas de apuestas y el juego online crece de forma vertiginosa y descontrolada”.
Como dice Cristina, una de las participantes en la campaña, “Si los locales de apuestas solo contribuyen a perjudicar a las personas, a las familias, a los barrios, no entendemos que tengan que seguir abiertos, y lo que sí hay que abrir son espacios donde haya cultura, ocio saludable, donde los chavales aprendan solidaridad, a compartir, y también que haya trabajos en los que la gente tenga un sueldo digno para vivir y no se vean en la extrema necesidad de tener que acudir a una apuesta para poder saldar una deuda”.
En Madrid hay más de 200 locales de juego, y solo en Carabanchel más de 70, lo que supone un aumento del 60% en cuatro años. En nuestro distrito “hay más casas de apuestas que centros educativos, bibliotecas, parques y centros culturales. No permitamos que nos destruyan”, exhorta la campaña “Apostar la vida no es un juego”.
