En una escalofriante escena en el distrito madrileño de Carabanchel, un joven de 24 años ha conmocionado a la comunidad al perpetrar un doble asesinato machista. En un inmueble de la calle Jacobeo, este individuo apuñaló a su exmujer de 25 años y a su hija de cinco. Tras cometer el atroz crimen, el agresor, intentó quitarse la vida cortándose el cuello sin éxito y actualmente se encuentra en estado grave en el Hospital 12 de Octubre.
La policía ha identificado al presunto homicida como Antonio S. A. y ha revelado que la pareja estaba a punto de firmar su separación. Previamente, existía una orden de alejamiento contra el agresor, derivada de una denuncia por maltrato presentada por la víctima en Torrejón de Ardoz. Sin embargo, estas medidas de protección fueron canceladas tras una sentencia absolutoria en octubre de 2020.
La joven asesinada estaba registrada en el sistema policial VioGén con un nivel de riesgo alto, lo que implicaba medidas de protección sustanciales. Los vecinos del inmueble han compartido que las disputas eran habituales en la pareja, y la tragedia se desencadenó alrededor de la 1:30 de la madrugada cuando el agresor degolló a su hija en su habitación y luego se ensañó con su exmujer.
La víctima, herida pero aún con vida, logró bajar al garaje y alertar a la Policía Nacional. Al llegar, los agentes encontraron a la mujer con múltiples heridas blancas y, tras subir a la vivienda, descubrieron a la niña sin vida. El agresor, también en la misma habitación, se encontraba con una herida en el cuello fruto de su intento de suicidio.
El impacto de este doble asesinato machista resuena en la comunidad, planteando preguntas críticas sobre la eficacia de las medidas de protección y la lucha contra la violencia de género. Las autoridades, a cargo del Grupo de Homicidios y la Policía Científica, enfrentan el desafío de comprender cómo este trágico desenlace pudo ocurrir a pesar de las señales de alerta previas y las medidas judiciales implementadas.
