El sábado 26 de junio tuvo lugar el primer taller de cajas nido organizado por la A.V. de Carabanchel Alto, la Mesa del Árbol de Carabanchel y el Huerto Pinar de Carabanchel. El taller se cerró en 48 horas, y 15 familias disfrutaron de un día inolvidable. Hay que agradecer a los hortelanos del Huerto Pinar su disposición y ayuda para celebrarlo en sus instalaciones.
Después de una pequeña presentación, los participantes recorrieron las instalaciones y con la ayuda de Juan Carlos se les explico en qué consisten los huertos urbanos y cómo funciona este proyecto social que está abierto al barrio desde el año 2015. Seguidamente pasamos al montaje de las cajas, y al finalizar las colgamos en el Pinar de San José, dando por terminado el taller.
Una caja nido son agujeros artificiales que se colocan para suplir la falta de escondrijos naturales en nuestros parques y para potenciar ciertas especies de aves, entre ellas las insectívoras. Pueden utilizarlas para criar o simplemente para dormir.
Hacemos este taller para atajar el problema de la procesionaria, que afecta todos los años al pinar y, al estar prohibido fumigar en la Comunidad Europea, existen métodos alternativos que conocemos bajo el nombre de “control biológico” (es decir, control de plagas mediante sus depredadores naturales). El problema es que la diversidad de aves insectívoras en los parques urbanos suele ser muy escasa. Esto es debido no solo al uso prolongado de insecticidas, sino además a la tala de árboles viejos que proporcionan huecos para el anidamiento de estas especies y la presencia de especies exóticas. De este modo, proporcionando lugares propicios para el anidamiento y el refugio de estos animales, se pretende aumentar sus poblaciones y, por lo tanto, disminuir las densidades de los insectos de los que se alimentan.
Entre las aves insectívoras hay grupos especializados en la búsqueda y captura de las orugas de la procesionaria, como el carbonero común, que atrapa a las orugas mientras come entre las hojas de los pinos e incluso abre las bolsas. Se ha descrito que una pareja de carboneros aporta a sus pollos más de 400 orugas al día. Otras especies como el herrerillo y el cuco cumplen una función muy similar al carbonero común. Entre las aves de mayor porte destacan el mirlo, la abubilla, el cuervo y la urraca.
Pero no solo las aves pueden controlar estas poblaciones. Mamíferos como nuestros queridos murciélagos hacen esta labor comiéndose incluso más número de insectos que las propias aves. Por lo tanto, la instalación de cajas nido y refugios de murciélagos debe considerarse una medida primordial a la hora de prevenir la lucha contra esta especie.
Después de estudiar el pinar decidimos colocar cajas para potenciar la presencia de herrerillos y carboneros. En octubre volveremos a la carga y organizaremos el 2º taller de cajas nido. Os esperamos.
