Perros de rescate acuático

Los perros de rescate acuático reciben un entrenamiento muy específico (pero lleno de afecto y complicidad con su guía) para lograr su completa operatividad. Éste se realiza de manera progresiva y constante. El objetivo es que vaya adquiriendo una confianza total en el agua y se compenetre perfectamente con su guía para saber qué es lo que debe hacer en cada momento, por ello el trabajo previo en obediencia en imprescindible. Se trata de perros muy sociables, con capacidad de iniciativa, inteligentes y con un gran poder de adaptación a nuevas situaciones e imprevistos. Seguro que habéis visto perros socorristas agarrando con su boca las muñecas de las “víctimas” con una exquisita delicadeza y nadar remolcándolas así para salvarlas.

Depende de cada perro y de la edad a la que se inicie, pero generalmente se suele comenzar con sencillos ejercicios de cobro de objetos en el agua (de manera natural, como un juego), luego los entrenadores enriquecen las situaciones y van escenificando “simulacros” similares a los que el futuro perro socorrista trabajará en rescates reales, añadiendo elementos y complicaciones: recobrar más de un objeto en el agua, tablas de surf, flotadores, ruidos de motores, motos de agua, de gente, maniquíes y personas que fingen ahogarse y simulan solicitar auxilio en el agua, etcétera.

También les enseñan a lanzarse al agua con su guía desde un bote, una plataforma o un helicóptero, a permanecer tranquilos en las embarcaciones, a trabajar con otros perros, a no perder la motivación durante la intervención, a estar concentrados ya desde que “llevan el chaleco”; es decir, a que se familiaricen con todos los procesos de un salvamento. 

Cualquier perro de tamaño mediano o grande puede, en principio, iniciarse y practicar esta disciplina deportiva cumpliendo unos requisitos físicos y de actitud: debe estar en buena forma y en óptimo estado de salud, ser fuerte y tener una notable capacidad de aprendizaje, sentirse motivado y ser muy sociable. Y, por supuesto, ¡amar el agua!

Suele decirse que el “rey” de este tipo de actuaciones es el colosal terranova, cuyo origen y morfología (facilidad innata para nadar largas distancias sin “aparente” esfuerzo, manos “palmeadas”, una increíble capacidad pulmonar, pelaje aislante y sobre todo un excepcional temperamento) se fijaron para desenvolverse en el líquido elemento con una portentosa maestría, una raza siempre unida a las labores de auxilio en el mar. Aunque también los labrador retriever, golden retriever o pastor alemán forman parte cada vez más frecuentemente de las unidades caninas de salvamento y rescate acuático, por sus admirables cualidades innatas y facilidad para el aprendizaje. La especialización y la masificación de los conocimientos han permitido el surgimiento de múltiples escuelas dedicadas al adiestramiento de perros para salvamento en agua, nieve, escombros, etcétera.

Por lo menos en regiones de climas mayormente templados y lejos de los eternos veranos tropicales, los terranovas son los favoritos para desempeñarse como perros de rescate acuático. Las razones son varias. En primer lugar, se trata de una raza grande y fuerte. En promedio pesan unos 55 kg, con ejemplares que pueden alcanzar hasta los 70 kilos. Esto les permite remolcar hasta 1.500 kg. Lo que implica que pueden acercar a la orilla a pequeñas embarcaciones, con varios tripulantes a bordo. Son excelentes nadadores, una actividad que pueden ejecutar durante horas. En sus patas cuentan con membranas interdigitales que les permiten desplazarse en el agua a mayor velocidad que otros canes. Además, portan una doble capa de pelo que mantiene su piel seca, una característica particularmente útil en zonas gélidas.

Gracias a su inteligencia y “vocación de servicio”, pastor alemán, golden retriever y labrador también destacan como perros de rescate acuático. Los entrenamientos para estos socorristas empiezan una vez alcanzan el año de edad, momento en que su musculatura ya se desarrolló por completo y pueden ejercitarse sin riesgo de lesiones.

Ruth González Liria. Adiestradora y psicóloga canina profesional. Perito judicial cinológico nº 777. Juez CCE ANACP

elperrofelizderuthgonzalez.blogspot.com.es


  Votar:  
Resultado:5 puntos5 puntos5 puntos5 puntos5 puntos
  1 voto