La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, acompañada del concejal de Carabanchel, Álvaro González, visitaba el 2 de marzo los trabajos de urbanización que se están realizando en el parque Manolito Gafotas, situado entre las calles Pinar de San José, de la Torta, de los Morales y la M-40. Las obras, cuya finalización está prevista para el próximo mes de junio, consisten en la creación de una franja verde natural que cumpla con el doble objetivo de servir de aislamiento y protección entre el PAU de Carabanchel y la M-40, así como acoger actividades de ocio y esparcimiento.
La ejecución de este proyecto supone el fin de las actuaciones previstas por parte de la Junta de Compensación del PAU de Carabanchel recogidas en el proyecto de urbanización aprobado en 1999, y dotará a la zona de una senda peatonal de cerca de 1.500 metros de longitud que recorrerá la zona verde paralela a la vía pública.
Los trabajos de urbanización incluyen el acondicionamiento de las sendas existentes y la creación de una zona estancial con un área de juegos infantiles. Además, para mejorar la habitabilidad en la zona, tanto en el área estancial como a lo largo de la senda peatonal los usuarios dispondrán de nuevos elementos de mobiliario urbano: 30 bancos, 20 papeleras y dos nuevas fuentes de agua potable.
Autoridades municipales visitan las obras (izq.). Fotos: Prensa Ayto./ A.V. Carabanchel Alto
En parte del área verde se está plantando nuevo arbolado y arbustos, ambos de especies de jardinería urbana adaptadas a la climatología madrileña. En el resto, las especies introducidas serán de carácter más forestal. Las especies ya existentes se integrarán en el conjunto del parque junto con las de nueva plantación.
Los vecinos, vigilantes
Con estas obras, el vecindario “celebra el desbloqueo de una situación incomprensible, y que por fin se pueda ver alguna luz al final del largo túnel”, expresa la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto. Pero matizan que son “unas obras según un proyecto y presupuesto de hace más de 20 años, lo que las convierte en a todas luces insuficientes”.
Además, “como no es la primera vez que se anuncia el final que luego no llega”, los vecinos y vecinas “no dejarán de estar vigilantes hasta que el terreno, hoy un descampado con centenares de árboles plantados por los vecinos y poco más, sea de verdad un parque para el disfrute ciudadano”. Por ello, han retomado las arboladas reivindicativas en el parque, donde el pasado 13 de marzo realizaron una asamblea informativa y plantaron un nuevo árbol para dejar constancia de su atención a este asunto.