Hoy, 29 de febrero a las 18:30, manifestación desde el Centro de Salud Abrantes hasta la plaza de Oporto
Este jueves 29 de febrero llamamos a todo el vecindario de Carabanchel a unirse en una nueva protesta contra el cierre del Centro de Salud de Abrantes y en defensa de la sanidad pública y la Atención Primaria de calidad que merecemos.
Conscientes de que el abandono de la sanidad pública madrileña es generalizado en toda la región, vecinos y vecinas de Carabanchel nos organizamos y coordinamos con otras asambleas y plataformas en defensa del derecho a la salud que han ido surgiendo por toda la Comunidad de Madrid y confluimos en un espacio de acción conjunta, la coordinadora Vecinas/os de Barrios y Pueblos de Madrid, plataforma que impulsó las dos marchas que con el lema “Madrid se levanta por la sanidad pública” se convirtieron en las manifestaciones más multitudinarias jamás celebradas por la Sanidad Pública en Madrid (el 13 de noviembre de 2022 y el 12 de febrero de 2023) y la posterior Consulta Popular por la Sanidad (del 17 al 23 de abril de 2023).
Este espacio que aglutina a decenas de asambleas y plataformas en defensa de la sanidad pública madrileña, y en la que vecinas de Carabanchel han sido una parte muy activa, lanzó hace unos meses la campaña “Reclama Sanidad Pública” que anima a realizar y facilita la presentación de reclamaciones por parte de las usuarias del sistema público de salud. Desde Vecinas/os de Barrios y Pueblos denunciamos que “la escasa inversión en sanidad pública, el abandono por parte de la Administración autonómica y la desviación de recursos públicos a la sanidad privada por parte de la Comunidad de Madrid, nos han obligado a salir de nuevo a la calle para denunciar las deficiencias y carencias que tiene nuestra sanidad pública”.
En esta campaña cientos de activistas de decenas de asambleas y colectivos están recogiendo reclamaciones a las puertas de centros de salud, especialmente sobre la Atención Primaria (centros de salud y urgencias extrahospitalarias) y sobre las listas de espera hospitalarias.
Una primera tanda de estas reclamaciones (aproximadamente unas 4.000 quejas) ha sido presentada este miércoles 28 de febrero en el registro de la Consejería de Sanidad de Madrid. Con ello queremos visibilizar el descontento de buena parte de la población por el abandono de la sanidad pública madrileña. Como señalamos en un comunicado, “en Atención Primaria hay una demora cada vez más grave en las citas de medicina, pediatría y enfermería por la escasez de profesionales en los centros de salud; en 29 de los 79 centros de Urgencias extrahospitalarias no hay médicos de forma permanente, y en los 50 restantes no hay médico en el 30% de ellos de forma aleatoria. En el SUMMA 112 hay UVI móviles sin médico”.
A esto hay que añadir que las “listas de espera hospitalarias, de especialistas, de pruebas diagnósticas y de cirugía, suman ya la cifra récord de un millón de personas. Si a las deficiencias en los pilares básicos de nuestra sanidad pública que son los centros de salud y las Urgencias extrahospitalarias, le sumamos la consecuente sobrecarga de los hospitales, nos da el resultado que ahora tenemos, una sanidad pública que está agonizando”.
En Abrantes y en Carabanchel no podemos más que estar plenamente identificados con este diagnóstico de los problemas de la Atención Primaria y de los centros de salud, ya que los vivimos en nuestros propios cuerpos. Tres de los ocho centros de salud de Carabanchel están entre los calificados como “caídos” por el principal sindicato de médicos y médicas de Madrid. El de Abrantes, junto al de Carabanchel Alto o Nuestra Señora de Fátima están entre los 18 centros de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid donde la “situación es crítica por la grave falta de médicos de familia y pediatras”.
La situación actual del Centro de Salud Abrantes, que atiende a un barrio de 30.000 personas, es un caso especialmente sangrante de los efectos de los recortes en la Atención Primaria y en la sanidad pública. Su situación se resume con dos datos: 1) tiene menos de la mitad de las y los médicos y pediatras que debería tener; 2) no tiene consultas de médicos ni de pediatra en el turno de tarde. Esta situación, que se viene prolongando desde hace años, impide en la práctica a miles de vecinas que dependen de este centro el derecho a la atención sanitaria.
Esta situación contrasta con la que se da en otros centros de salud de la zona norte de Madrid, que no sufren las enormes carencias que afrontamos aquí. Este hecho supone una marcada e injustificable discriminación hacía nosotros y nosotras que vulnera el principio básico de igualdad. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud.
