Madrid No Come Luces

El Ayuntamiento gasta más de 3M de euros en ‘iluminación navideña’, que ahora incluye banderas, y menos de un 1% de ese presupuesto (24.600€) en atajar el problema del hambre en Madrid

En estas fechas, vemos con asombro cómo el Ayuntamiento gasta más de 3M de euros en iluminación supuestamente navideña. La partida dedicada a este fin se ha incrementado con respecto al año pasado, algo llamativo teniendo en cuenta la crisis económica que estamos sufriendo. También resulta  asombroso que, a pesar de las medidas sanitarias frente a la COVID-19, entre las que se incluyen el evitar desplazamientos o aglomeraciones, se esté haciendo uso de la iluminación como reclamo turístico, lo cual fomenta el incumplimiento de las mencionadas medidas en el centro de la ciudad.

Por otra parte, es difícil asumir el despliegue de banderas gigantes iluminadas como adorno “navideño”. Es una particular innovación del Ayuntamiento de Madrid haber incluido este símbolo entre los que hasta ahora habían conformado la tradición navideña. Frente a la peor crisis que hemos conocido, en un contexto en el que las desigualdades no paran de acentuarse y las colas del hambre representan cada vez más la realidad social de este país, ¿qué función cumple la iluminación? Hay familias que llevan meses esperando una solución que no llega. La iniciativa de Tarjeta Familias, de la que el Ayuntamiento presumió desde junio como solución al problema de acceso a alimentos para los más vulnerables, no ha llegado aún ni al 1,17% de solicitantes. Por otra parte, del presupuesto inicial anunciado de 27M de euros, se ha quedado en 24.600, es decir, ni un 1% del gasto en iluminación.

Semana tras semana, las familias
siguen viniendo a por cestas de alimentos

Desde las despensas vecinales vemos cómo las familias semana tras semana siguen viniendo a por cestas de alimentos porque las ayudas no llegan, ni del Ayuntamiento, ni de la Comunidad Autónoma, ni del Estado. La negligencia y la elusión de competencias y responsabilidades a nivel administrativo son flagrantes.

Desde que estalló la pandemia, estas redes vecinales, sin ayudas institucionales y con constantes zancadillas por parte de la Administración, se han organizado para poder ayudar a multitud de familias que, de otra forma, habrían sido abandonadas a su suerte. Muchas de estas personas, además, vienen derivadas desde los propios servicios sociales por no poder atenderlas, y aun así tenemos que escuchar constantemente el relato político de que “tienen” la situación bajo control.

La Despensa Solidaria de Carabanchel surgió en 2012, durante la anterior crisis, como una red de apoyo. Cuando aún no nos habíamos recuperado, surgió esta pandemia y muchas familias tuvieron que recurrir a este proyecto, desbordando por completo los pocos recursos disponibles. Muchas personas vieron la necesidad de ayudar y reforzar esta red, que junto a otras despensas, comercios, empresas y ciudadanía solidaria hacen posible que el reparto de cestas siga adelante. En la Despensa, atendemos regularmente a 200 familias y tenemos una lista de espera que está en continuo movimiento. Esta situación es parecida al resto de despensas de Madrid.

Por eso no podemos aceptar que en esta situación el Ayuntamiento priorice un tipo de gastos que no se centran en la ciudadanía ni en las consecuencias directas que estamos sufriendo en esta crisis. También por eso quisimos lanzar esta campaña, cuyo objetivo fue visibilizar o recordar la inacción de las instituciones mientras despilfarran el dinero de nuestros impuestos: Madrid No Come Luces.



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