Instalado definitivamente el Consejo de Proximidad en Carabanchel

El Consejo de Proximidad de Carabanchel quedó constituido definitivamente el 11 de noviembre en las instalaciones del Centro Cultural Lázaro Carreter, evento que se desarrolló según lo previsto en la convocatoria pública con un orden del día establecido: la intervención de la presidencia del Consejo de Proximidad, la constitución de las mesas con los participantes acreditados, la elección de la persona representante de cada mesa, la designación por la presidencia de los organizadores y sugerencias y preguntas.

Las expectativas, sin embargo, se vieron frustradas por la forma en que se desarrolló y proyectó el trabajo futuro de este modelo organizativo, que al pretender abrir la participación de la ciudadanía, en la práctica se restringe aún más dicha participación.

Los Consejos de Proximidad, que ahora pretenden sustituir a los Foros Locales, tienen unas garantías jurídicas e institucionales más firmes, pero una mínima participación de la población, al contario que los Foros Locales, los cuales a pesar de no tener un respaldo jurídico suficientemente sólido sí gozaban de un amplio respaldo poblacional que los hacía más democráticos y participativos. Así se constató en la convocatoria de este jueves en Carabanchel.

La poca participación se atribuye a las formalidades que conlleva la suscripción en el registro en línea y al desencanto después de lo experimentado en los Foros Locales y Consejos Territoriales, donde los políticos podían participar, pero no tenían la posibilidad de influir en las conclusiones de los Foros, que eran llevadas directamente al pleno del Distrito. Con el nuevo Consejo de Proximidad, los vocales de Carabanchel de los distintos grupos políticos pueden participar con voz y voto y decidir qué propuestas salidas de la ciudadanía se elevan al pleno.

A Voces de Carabanchel ha hecho seguimiento de estos procesos organizativos y ha concluido que no mejoran el desarrollo de los espacios de participación territorial, como anuncian los objetivos de este nuevo proceso, sino más bien al contrario: imponen más restricciones a la democracia local. Las participaciones no son homogéneas y eficaces, pues el solo hecho de que las organizaciones, los vecinos y las vecinas encuentren dificultad para inscribirse, de entrada, ya es un contratiempo.

De las nueve mesas de trabajo que se contemplan en el reglamento del nuevo Consejo de Proximidad, únicamente tres han sido aprobadas en la asamblea del Centro Cultural Lázaro Carreter: Participación Ciudadana y Cooperación, Economía, Desarrollo y Bienestar Social. Se ha dejado fuera la Mesa de Seguridad y Emergencias, de Cultura, de Medio Ambiente, de Desarrollo Urbano, de Hacienda, de Equipamientos y Trasparencia, Calidad de los Servicios, Planes Estratégicos y otras de vital importancia para la convivencia ciudadana.

De esta manera, queda la duda de que, si en verdad se quiere impulsar la implicación activa de la ciudadanía en los asuntos del Distrito, crear espacios de participación ciudadana en el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas, dónde está la diferencia positiva con los antiguos organismos de participación, pues no vemos claro cómo se están promoviendo los foros de diálogo entre la ciudadanía y las juntas de distrito, menos la puesta en marcha de decisiones concretas mediante las premisas de autonomía, consenso e inclusión. En la práctica, y con la ya puesta en marcha del Consejo de Proximidad de Carabanchel, no es posible llegar a la conclusión de que en realidad se estén cumpliendo los objetivos iniciales propuestos por el Ayuntamiento de Madrid.

Queda pendiente la puesta en marcha de otros objetivos clave de los nuevos Consejos de Proximidad, como la organización juvenil, las políticas de género o las mesas sobre igualdad de derechos. Estaremos atentos al desarrollo de estas iniciativas para el bien del barrio y de la ciudadanía en general.


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