Ya hace diez años de aquella fría noche cerrada en la que un grupo de unas 50 personas con ansia de cambiar su barrio convirtieron un montón de ladrillos abandonados a la suerte de las palomas en un centro social en Carabanchel. Se trataba del economato de la zona, abandonado más de 15 años atrás. Un espacio útil para el barrio donde también encontrarse con las vecinas. De eso ya solo quedaba algún recuerdo de quien pasaba por allí.
Miles de perchas, cientos de cajas de zapatillas vacías, rollos infinitos de etiquetas, neveras gigantes desvalijadas, metros y metros de estanterías vacías, ni un cristal en las ventanas... Aquel día dijimos que también queríamos hacer barrio desde un centro social autogestionado, y desde entonces no hemos parado de hacerlo. Un tiempo en el que las miles de personas que han pasado por la Eko han convertido una pila inmensa de ladrillos en un espacio donde tratar de sostener la vida desde la alegría.
Y es que aquella noche la puerta estaba abierta. No nos habíamos dado cuenta, era tan sencillo como girar el pomo y entrar. Lo único pero imprescindible para convertir una ruina en un proyecto de barrio era querer hacerlo: abrir y empezar. Nacía así el E.S.L.A. Eko. Hoy, diez años después de aquella noche, sigue haciendo frío ahí fuera, pero lo sentimos menos.
Una década haciendo barrio
Desde ese día hasta hoy, entre unas, otros y otres lo estamos consiguiendo: llevamos una década haciendo barrio. Si nos paramos a reflexionar, en este tiempo no hemos dejado de inventar, redescubrir y reivindicar otras formas de hacer las cosas al margen del poder económico y político que nos zarandea. Hemos construido un espacio donde vivir y funcionar de forma autogestionada, resolviendo así algunos de nuestros problemas por nosotras mismas. Con apoyo mutuo hemos contribuido a que nuestra vecina pueda salir del paso con su vivienda, con su alimentación y con su salud. Entre todas hemos hecho frente al patriarcado, reivindicado los cuidados y luchado por la diversidad y la igualdad. Y también todas seguiremos saliendo a la calle para gritar y exigir un mundo transfeminista y antifascista.
Hace diez años okupamos un edificio condenado a la especulación inmobiliaria y le dimos vida al margen del beneficio capitalista. Empezamos a defender una forma de vivir que huye del despilfarro material y conseguimos el autoabastecimiento de agua y energía. Ese día formamos E.S.L.A. Eko, donde convivimos, jugamos, debatimos, bailamos, cantamos, pintamos y construimos una parte fundamental de nuestro barrio, de nuestra casa, de nuestra vida.
Todavía queda mucho por hacer, pero estas semanas estamos de celebración. Pásate por el espacio, entra en eslaeko.net y entérate de todo lo que tenemos preparado... Y recuerda que la puerta siempre estará abierta.
