SECRETOS DE CARABANCHEL: CEMENTERIO BRITÁNICO DE MADRID

CEMENTERIO BRITÁNICO

Carabanchel guarda infinidad de secretos, rincones repletos de historia que ni siquiera sus vecinos más antiguos conocen. Uno de ellos es el Cementerio Británico de Madrid. Si, has oído bien. En Carabanchel hay un Cementerio Británico y no es nuevo, se construyó en 1854 para albergar a todos aquellos que no podían descansar en campo santo católico. Se calcula que hay unas 600 tumbas, entre las que podemos encontrar, tumbas de protestantes ingléses, ortodoxos rusos, masonas, judías e incluso una musulmana. 

Muy cerca de la calle General Ricardos encontramos una pequeña parcela. Parecería un típico patio inglés de no ser por las tumbas y el abandono que sufre. Este cementerio tiene historia e historias, comenzando por el momento de su construción. Corría el año 1796 cuando la Embaja Británica se percató de la necesidad de encontrar un lugar para poder enterrar los cuerpos de aquellos británicos fallecidos en España. La tradición española prohibía dar cobijo en los cementerios católicos a aquellos que no procesaran el catolicismo. Por ese motivo, la embajada decidió comprar un terreno cerca de lo que hoy en día es la Plaza de Colón pero el gobierno español no permitió la construcción de un cementerio en esa zona, por lo que ofreció un pequeño terreno de menos de una hectarea a las afueras, en Carabanchel. 

No fue hasta 1866 cuando el cementerio fue consagrado por el el obispo de la diócesis de Illinois (EE.UU), John Whitehouse. Sin embargo, el primer enterramiento se produjo antes, en 1854, el de Arthur Thorold, un joven británico de 19. 

En el cementario podemos encontrar tumbas de 40 nacionalidades distintas, incluyendo aquellas de las principales familias extranjeras del siglo XIX y XX en Madrid. Como por ejemplo, William Parish, fundador del Circo Price, los barones Korf y miembros de la familia Loewe. Mención aparte merecen los panteones de las familias Bauer y Tertsch

LOS BAUER: LA FAMILIA JUDÍA MÁS PODEROSA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XX

Los Bauer de origen húngaros, familiares de los Rothschild, una de las familias de banqueros más poderosas de EEUU. Los Rothschild enviaron a parte de la familia Bauer a España con un único objetivo, hacerse con el control de parte de las riquezas del país. Y lo consiguieron, entre sus posesiones inmobiliarias, además del palacete de La Granja para los veranos,  conocemos  el Palacio de la Calle de San Bernardo, hoy Conservatorio de Canto, o la  finca de la Alameda de Osuna y el Parque del Capricho.

La familia Bauer cuenta con un mausoleo en el Cementerio Británico, obra de Fernando Arbós y Tremanti y construido en 1907. La estructura cuenta con una serie de peculiaridades, comenzando por su clara influencia masónica, las inscripciones hebreas en sus muros y la construcción sin argamasa. 

PANTEÓN MASÓNICO DE LA FAMILIA TERTSCH

Otra familia con un mausoleo masónico en el Cementerio Británico es la familia Tertsch, un apellido conocido en la actualidad española por Hermann Tertsch, periodista ultraconservador y europarlamentario por VOX. Su padre, Ekkehard Tertsch, está enterrado en este cementerio. Ekkehard Tertsch fue un diplomático y periodista austriaco que acabó instalándose en Madrid en 1943. Anteriormente trabajó en Viena para un banquero judío y paradójicamente se afilió al Partido Nazi, de forma que acabó trabajando como informante del Partido Nacionalsocialista (NSDAP). Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó como diplomático en el departamento de Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores, fue destinado como jefe de Prensa a la embajada alemana de Croacia y posteriormente en la de Madrid como jefe adjunto.

 



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