jornadas mayores
jornadas mayores

Carabanchel y los Servicios Sociales. CAR70MAD

PAULA COLLADO CABELLO

Cuando se cumplen 70 años de la constitución de Carabanchel como distrito, ya llevo viviendo en Carabanchel Alto 43 años. Vinimos de Tetuán realojados de una casita baja expropiada para la construcción de la M-30.

Desde el principio me integré en la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto y en el Aula de Cultura, luchando por conseguir un barrio mejor. Paralelamente, terminé los estudios de Trabajo Social y tuve la suerte de ejercer mi profesión como trabajadora social en Carabanchel, en el Centro de Servicios Sociales Monseñor Óscar Romero.

Desde entonces, y ya hace 23 años, los Servicios Sociales de Carabanchel  han cambiado mucho. Se han puesto en marcha dos nuevos centros de Servicios Sociales: el de Plaza Elíptica y el de Zaida. Se ha duplicado el número de trabajadores sociales y se han gestionado recursos sociales para las personas más vulnerables: Servicio de Ayuda a Domicilio; prestación de ayudas económicas; Renta Mínima de Inserción; Teleasistencia; centros de día y centros residenciales para menores, mujeres y mayores; centros municipales de mayores; Servicio de Atención a Mujeres Maltratadas; apoyo y orientación en el trámite de la valoración de la dependencia; etcétera.jornadas mayores

Pero la crisis que ha afectado a todos los sectores, sanitario, económico, educación, ha tenido una mayor incidencia en los Servicios Sociales, concretándose en:

— Si el Colegio de Trabajadores Sociales apuesta por un trabajador social por cada 3.000 habitantes, en Carabanchel hay un trabajador social por cada 6.000 habitantes.

— La falta de recursos económicos para las prestaciones de la Ley de Dependencia.

— La gran cantidad de documentación y tramitación que son necesarios para prestaciones tan básicas como la Renta Mínima de Inserción.

— Escasez de plazas en todos los recursos: centros de día, residenciales, para mujeres maltratadas, etcétera.

Con la crisis, la demanda de ayuda social ha aumentado, pero se han recortado recursos. Los centros de Servicios Sociales están colapsados. Aumentan las listas de espera, los tiempos para ser atendidos o cobrar prestaciones se alargan y las condiciones para su acceso se endurecen. Pero quiero mirar al futuro esperanzada por conseguir unos Servicios Sociales dignos y que den respuesta a las situaciones de pobreza y necesidad en Carabanchel, y para ello considero  necesario:

— Aumentar el número de trabajadores sociales y cubrir de forma inmediata las bajas que se producen por enfermedad y sobre todo por maternidad al ser un colectivo eminentemente femenino.

— Cambiar el modelo de externalización y privatización de la gestión de los servicios por un modelo de remunicipalización, que integrándose de nuevo en el sistema público ofrezca una atención mejor al ciudadano y mejore las condiciones de trabajo de los trabajadores de las empresas subcontratadas.

— Es imprescindible un sistema de acceso universal de los Servicios Sociales, lo que redundará en la construcción de una sociedad igualitaria basada en el derecho de los ciudadanos a recibir una atención adecuada.

— Es necesaria una ley marco estatal de Servicios Sociales consensuada y que garantice unos recursos mínimos en todas las comunidades autónomas, con un modelo basado en el reconocimiento de la atención social de cercanía de los barrios, donde haya un presupuesto suficiente y bien dotado. Una ley donde las prestaciones sean ágiles, con una solidaridad contributiva, primando la colaboración con las entidades de barrio y preservando los derechos vitales como la alimentación, el alojamiento y el acompañamiento social.

— Los requisitos de acceso a las prestaciones sociales deben reducirse, así como el retraso en la tramitación y concesión de las mismas.

— Establecer líneas de coordinación y trabajo conjunto entre los diferentes sistemas de bienestar social: educación, sanidad, vivienda, etcétera.

— La necesidad de un pacto social con un compromiso de consenso entre el Estado, las autonomías, la Administración local, la empresa, las entidades sociales y asociaciones, pactando un diagnostico social donde se dé respuesta a la desigualdad social y a las situaciones de pobreza.

— Los Servicios Sociales no pueden ser un sistema subsidiario de los recortes que han sufrido otros sistemas como vivienda, sanidad, educación o empleo.

— Debemos debatir sobre el modelo de Servicios Sociales que queremos, priorizando blindar la financiación para posibilitar la estabilidad y dotación suficiente de las plantillas de los mismos, con planes estratégicos a largo plazo que no dependan de las distintas formaciones políticas que pasan por las distintas Administraciones, que parta de la realidad que viven los trabajadores sociales de base y consensuado con ellos.

Los trabajadores sociales no podemos ser gestores de la miseria y guardianes de un orden social injusto, y tenemos el deber de denunciar los déficits.

En definitiva, quiero unos Servicios Sociales para Carabanchel dignos, suficientes, de derecho, de justicia, de igualdad y de equidad social.

 

 

 

  Votar:  
Resultado:3,7 puntos3,7 puntos3,7 puntos3,7 puntos3,7 puntos
  3 votos