En la madrugada del 27 de septiembre de 2018, un grupo de vecinas de Carabanchel fue poniendo lazos amarillos por las calles “en señal de solidaridad por los presos políticos catalanes que por entonces permanecían encarcelados por ejercer su derecho a decidir”.
Con un despliegue, “desproporcionado e injustificado”, por parte de la Policía, tres de estos vecinos fueron identificados, y a uno de ellos le impusieron una multa de 601 euros por “desobediencia a la autoridad”. Tras recurso interpuesto y denuncia pública, este vecino acaba de recibir notificación del archivo de la sanción por “prescripción”.
Los fondos solidarios que en su día se recaudaron para ayudar en el pago de la multa serán destinados al apoyo “de otros colectivos que sufren represión por expresar sus ideas”, informa el grupo de apoyo al vecino multado.
