La iluminación de las calles en navidad siempre ha sido la clave para elevar el espíritu y ponerse en sintonía con la alegría del nacimiento de Jesús, cuya celebración en los países católicos marca una de las fechas más importantes del año. Junto a los villancicos, los belenes y decorado de las ventanas, la iluminación de las calles forma parte de una práctica que da un valor simbólico relevante. Pero desde que empezó la crisis económica, desde el 2007, todas estas manifestaciones de alegrías navideñas se han visto afectadas por la falta de recursos tanto del Ayuntamiento como del apoyo de los propios comerciantes que no tienen la voluntad o simplemente no pueden aportar la parte que les corresponde para iluminar las calles y de esta manera atraer gente a sus negocios.
.jpg)
En Carabanchel, cada año se ilumina menos. Este año, el 80% de las calles se ha quedado sin luces navideñas. “Lo que ocurre, por ejemplo, en la Calle Camino Viejo de Leganés”, nos relata Martín, un curtido líder comercial de la zona, “es que hace 4 años que esta calle comercial no se iluminaba, como todas las demás. El ayuntamiento o la Junta Municipal dejó de subvencionar” y ellos, como asociación, no tenían los recursos para hacerlo. Tan solo para esta calle, el costo era de 18.000 Euros. “Ahora, la actual administración municipal me llama y me dice que si quiero poner las luces de navidad”, comenta Martín, “y me piden que salga a la calle a sondear el apoyo que tendría la medida de parte de los comerciantes.
Pero los comerciantes no quieren colaborar, unos porque económicamente no tienen y otros porque no quieren”. “El año pasado se les pidió 40 Euros. La Junta me puso un tope de dinero, y se pudo hacer. Este año, inesperadamente, en septiembre veo que ya hay unos alambres puestos. A mí no me gustó porque la gente ve que ya están poniendo las luces y cuando uno va a pedir colaboración ya no lo quieren hacer porque ven que ya se está instalando”.
Al mes, ya estaban colocando las bombillas. No obstante el Ayuntamiento cobraba lo que es la portada: 1.100 Euros. (La portada es las letras y las figuras de principio de calle). Para sacar ese dinero Martín recurrió a los comerciantes. Negocios de Alimentación y otros (administradas por Asiaticos), nada. Los Suramericanos, algunos. Los Españoles, casi todos, y eso porque es Martín quien pide, si no, no lo harían. Lo hacen por no contrariar a Martín, pues en algún momento envío a su secretario y nadie respondió positivamente.
Martín hace uso de su sabiduría para convencer a los posibles aportantes: “Tú no mires lo que hacen los vecinos, tú sé tu mismo y colabora sin mirar lo que hacen los demás”. Una vez recolectado los 1.100 Euros, la Junta ha aportado el 80% del coste del alumbrado para que hoy esta calle principal de Carabanchel esté iluminada. No es la solución al problema que vive el comercio local, pero en algo ayuda. En Usera, Laguna y otras localidades, son los mismos comerciantes, a iniciativa propia, los que iluminan su sector. Por eso se ve que las calles están iluminadas por pedazos.
El alto precio de la electricidad no influye mucho, pues aquí se instala luces LED. Y esto es de bajo consumo. Lo que pasa es que en muchas calles no hay quien tome la iniciativa. Ser presidente de vecinos o comerciantes que vaya a la Junta Municipal a pedir las subvenciones quita tiempo y el tiempo cuesta dinero y nadie quiere asumir esas funciones.
Es de esta manera como funcionan las cosas. Y entre esto y lo otro, son muchas las calles que no se atreven a poner en marcha estos mecanismos navideños que en otros tiempos era el estímulo para que la gente salga a pasear, a divertirse y comprar. Hoy, el espíritu navideño no tiene el estímulo necesario para que se ponga en marcha.
Deje un comentario