ADIÓS A NUESTRA HIGUERA

Las obras de rehabilitación del palacete de 1910 situado en la avenida de Carabanchel Alto nº 36,  que está realizando el Ayuntamiento de Madrid y que empezaron en el mes de agosto, han acabado con un icono del barrio, una imponente higuera centenaria, símbolo y vestigio de una época olvidado por todos: la de las quintas de recreo de los Carabancheles.

Todos los años brotaba como una valiente, nos daba sombra y nos recordaba en la entrada del edificio que allí estaba. Además era una pieza fundamental para la lucha contra el cambio climático, que tan de moda esta hoy en día. Está demostrado que los árboles adultos (de más de 20 años) absorben una media de 150 kg de CO2 al año. Por esta razón fundamentalmente, y por otras muchas, no debemos perder este tipo de arbolado e intentar conservarlo todo el tiempo que podamos. Sin embargo, en los últimos meses estamos asistiendo a pérdidas en este patrimonio, sobre todo en el Parque de las Cruces (no olvidemos los fuertes vientos del  año 2017 que causaron la caída de más de 300), y si tenemos en cuenta que la tasa de reposición (plantaciones anuales) es muy baja, al final tendremos eriales en vez de parques.

Desde organismos como la ONU o la UNECE se recomienda a los alcaldes de las grandes ciudades que deberían reforestar y plantar como una de las soluciones que proponen los expertos para frenar el cambio climático y el efecto invernadero. Aquí, en Madrid, hacen caso omiso de ello.

También tenemos que denunciar el corte de tres eucaliptos imponentes, más de 15 metros de altura, que se ha producido en el Cuartel General Arteaga. No nos cansaremos de repetir que estas acciones causan unas pérdidas incuantificables e irrecuperables a nuestro medio ambiente; lastima.

Desde esta mesa vamos a solicitar al Ayuntamiento de Madrid que aplique la Ley 8/2005 de Protección y Fomento del Arbolado de la Comunidad de Madrid, que  en  el título II, capitulo primero, apartado 3, dice que: “En aquellos casos que la tala sea la única alternativa viable se exigirá, en la forma que se establezca, la plantación de un ejemplar adulto de la misma especie por cada año de edad del árbol eliminado”. Lamentablemente esta ley no se aplica en nuestra ciudad, si no seríamos la ciudad más verde del  mundo.

#Carabanchel  #NiUnArbolMenos

Fernando Luis Gómez Gavira
Mesa del Árbol de Carabanchel


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