Una anécdota urbanística en Madrid que, por analogía, se podría aplicar a todo lo que está pasando con la generación de la deuda pública, en la cual está incluida la deuda generada por el robo y la estafa inmobiliaria.
En Madrid, y caminando desde Serrano o Velázquez hacia el parque del Retiro, se observa al fondo una solitaria torre urbana. Fue construida en los años 60 en medio de una legislación franquista que lo prohibía. Muy progre ella. Prepararon toda la papelería, los sellos y demás, derogaron la prohibición, presentaron, sellaron y recorrieron todos los despachos en los Seat de la época, y a las 24 horas restauraron la prohibición. Ahí está la prueba.
Para cosechar el ahorro español que reposaba en los bancos y las empresas financieras hacia la presunta transición, en las tierras y los alquileres que preparó-sembró míster Boyer (¿se acuerdan de la remuneración que le dieron cuando se “retiró” de la política?), diseñando así el comienzo del saqueo del pueblo, en el 2000 y a la chita callando se derogaron las cláusulas punitivas de la usura en la ley de 1908. Hasta aquí una parte del paralelismo.
La diferencia consiste en que no dan cabida a la restauración de la prohibición, sino que inmediatamente legislaron desde todos los ángulos para permitir el libre paseo de los bancos haciendo las hipotecas usurarias. La más llamativa es la que establece un porcentaje de interés móvil, por debajo del cual no es usura. Es cinismo y piratería económica, equivalente a la orden de abordaje de los piratas, que se aplica desde el desconocimiento dictatorial del ordenamiento democrático de bancos, empresas financieras y monopolios, manejando a sus empleados los políticos. Se lo pasan por el arco de triunfo.
Cualquier interés que no sea fijo, se pague 10 o se pague 1.000, es usura. Es un interés que el prestatario hace y cuyo monto maneja a discreción, sin un justificante real que lo motive. Por eso se erradicó de la práctica bancaria. Y ahora pulula por los despachos de los delincuentes de cuello duro, produciendo pobreza, desesperación, enfermedad y muerte en la población.
Lo que corresponde es derogar todas las leyes que han permitido el saqueo de la población, aprisionar a los culpables y modificar los castigos: deben devolver lo robado, esté donde esté y bajo la forma que esté; cumplimiento de años de labor, en función del castigo de prisión que les correspondería, a sueldo según convenio.
Como sabemos en las filas del 15M y de Stop Desahucios, el interés móvil no tiene referencia alguna. Cuando exigimos algunas veces una explicación a los directores y empleados de las sucursales bancarias —los cuales participan porcentualmente de la comisión que se deriva de cada hipoteca— nos dijeron que era el valor que surgía de la confianza entre el o los bancos prestatarios del capital (bancos ingleses y alemanes preferentemente) para las operaciones de crédito y los bancos receptores españoles que las materializan.
Cuando, asombrados, preguntábamos por qué fluctuaba tan escandalosamente (a pesar de tenerlo medido por ley), nos decían que se debía al signo de las transacciones diarias al cabo de cada mes. ¡Qué jeta! Es que sale desde los talones el grito o el pensamiento si por educación o situación no lo puedes proferir. ¿Que tiene que ver mi hipoteca con todo eso? ¿Qué tal? ¿Cuántos signos de pregunta debo escribir?
Así que no debemos sorprendernos por la continuidad de los desahucios. No tienen ningún otro principio que no sea el del beneficio empresarial. Si hay que matar, se mata. Solo somos números, cosas, miserables sin aspiraciones. Según ellos, los que fraguaron todo esto, da igual que estemos o no en este mundo. No tenemos capacidad para sentir todo lo que es vida.
El revolucionario presidente de Uruguay dijo: “Estas cosas son muy elementales. El desarrollo no puede ser en contra de la felicidad, tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor arriba de la tierra, de las relaciones humanas, de cuidar a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental. Precisamente porque ése es el tesoro más importante que tiene (el trabajador). Cuando luchamos por el medio ambiente, el primer elemento del medio ambiente se llama la felicidad humana”.
Saben y entienden todo lo que sucede con y en los desahucios, pero siguen. Saben y entienden todo lo que significa felicidad para las personas, pero no renuncian a sus beneficios empresariales. Que ni falta que les hace. También dijo Pepe: “El desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal, y la gran crisis no es ecológica, es política”.
Para completar nuestra comprensión sobre lo que nos pasa, debemos volver nuestras cabezas a todos los puntos del mundo. Seguro que nos invita a completar nuestra visión de nosotros mismos.
Carlos Ernesto Mondada Banda