Jesús Arroyo, ‘un tipo amante de la cultura que tiene la filosofía de divertirse con todo lo que hace’. Tiene ya nueve poemarios publicados
Jesús Arroyo es “un tipo amante del arte y la cultura, que nació en Madrid el mismo día que García Lorca pero unos cuantos años después (5/6/64) y que se crio entre verdes prados y negros montes de una Asturias minera”. Estudió delineación-construcción en un internado de la Sierra Norte de Madrid, pero jamás ejerció de ello y se ganó la vida trabajando en la administración pública (a ratos) y en la empresa privada (también a ratos). Hoy, a poco tiempo ya de jubilarse (eso espera), presta sus servicios en una oficina de empleo de la Comunidad de Madrid, la de San Isidro, en Carabanchel Bajo. Según me explica, tiene la filosofía de divertirse con todo lo que hace, y ése es el motivo por el cual, si no se divierte trabajando, dice un “hasta otra, amigos”. En efecto, todo un tipo, y además poeta.
●●● ¿Cuándo empezaste a escribir poesía?
La poesía comienza a mis 12 años gracias a Don Isidro, mi primer profesor de literatura. Gracias a él y a que recogió de la papelera la primera obra literaria [risas], un libreto de tres páginas escrito en algo similar al verso y en un bable descafeinado, y que acabó haciéndose en el colegio, en la fiesta de fin de curso. Don Isidro me leía, en aquellos años en los que aún Franco respiraba, poemas de Lorca, de Miguel Hernández y de, entre otros muchos prohibidos, Ángel González, hoy mi poeta de cabecera.
Mentiría si dijera que no utilicé la poesía para intentar ligotear en mis años de la Movida madrileña... También me dio el verso algún disgustillo con los maderos… ¿pero qué poeta no escribe para ser rebelde?
●●● ¿Cómo y cuándo empezaste a publicar?
Tarde, por aquello de la vergüenza tonta... Con 40 años más o menos.
●●● Pero tienes ya nueve poemarios publicados...
Sí, en mi obra poética hay de todo un poco… Amor y desamor (que viene a ser lo mismo, pero uno más cursi que el otro), de recuerdos de infancia y juventud, de rebeldía, y mucho, como el último, de justicia social, o eso cree el poeta. El primer libro, Contracaminante, es un recopilatorio de poemas desde los quince hasta los treinta y tantos años. El resto son poemarios escritos a propósito, para ese libro en cuestión.
●●● ¿Qué temas te inspiran?
Cualquier cosa, o tema, o suceso, o... puede convertirse en poema. El caso es que es un primer verso el que llega a uno (no el poeta al verso), y de ahí, de ese primer verso, va creándose el poema. Sí puedo decirte que este poeta no trabaja para que le lleguen los poemas. Es vago para ello y se deja influenciar por ideas, por imágenes, por ocasiones... Siempre, aunque hoy con los móviles es sencillo, sigue utilizando el bolígrafo de gel azul que habita en su bolsillo derecho y la palma de la mano si no hay servilletas de bar o papel higiénico que pueda encontrar en ese momento. Nunca puede dejarse escapar un verso, porque te abandonaría para siempre.
●●● ¿Practicas algún otro género?
Algún pequeño relato, pero poca cosa… Hace años escribió este hombre en revistas (como ahora haces tú, amigo mío) o algunos artículos para espacios que lo pidieron. Sí puedo adelantaros que está gestándose una primera novela…
●●● ¿Hitos o momentos especiales en tu carrera?
El más importante, la figura de Don Isidro, el compartir tertulias con grandes poetas amigos o algún premio de esos que dan los Ayuntamientos.
●●● ¿Puedes contarnos algo más sobre esa novela que tienes entre manos?
Será una novela biográfica, y puedo adelantar que será sobre un artista... Hasta ahí puedo leer. También hay dos poemarios preparados en el cajón y una antología, pero ahora viene el lío: ¿qué será lo primero en ver la luz?
●●● ¿Cómo es tu relación con Carabanchel? ¿Ha influido en tu obra?
Era un barrio bastante desconocido para mí hasta hace unos años, cuando comencé a trabajar en la oficina de empleo de San Isidro, y allí estoy viendo cómo es la personalidad del mismo. En cuanto a influir, por supuesto: en la última obra publicada, Puerta Tejares, en la que en forma de poema se representa esta personalidad de las personas que lo habitan y que visitan la ofi. Habría material para dos o tres Puertas Tejares más, pero volver al lugar donde has sido feliz... Ya sabes el verso de Sabina.
●●● ¿Algún mensaje especial para nuestros lectores?
Claro: que vivan la calle en su esplendor, porque ahí está la verdadera poesía. Luego, si lo desean, que lean poesía o que la tiren (al menos habrá estado en sus manos).