El ‘ecuavoley’ y el uso de los espacios públicos

Un ejemplo de la popularidad en nuestro barrio de este deporte, con gran aceptación entre la población migrante: el parque de San Isidro
FRAVM / SDV
EcuavoleyEl ecuavoley es un deporte, variante del voleibol, que cuenta con gran aceptación entre la población migrante, principalmente de origen ecuatoriano. Constituye, además, un punto de encuentro y socialización entre amigos y vecinos, donde se comparten noticias, trabajos, comidas... Es, por tanto, un espacio de integración, que favorece las redes de apoyo mutuo. Un fenómeno complejo, presente en muchos distritos y municipios madrileños, pero que también va asociado, en algunos casos, a conflictos de convivencia que, abordados adecuadamente, pueden contribuir a generar espacios de encuentro en lugar de desencuentro. Ejemplo de experiencia positiva fue el proceso llevado a cabo en el parque de San Isidro.
En 2003, un grupo de vecinos ecuatorianos comenzaron a utilizar un espacio deportivo situado en los límites del parque para practicar los fines de semana el ecuavoley. Como es necesaria una red especial de gran altura, se necesitan personas que lleven a cabo su montaje. Al ser una tarea ardua y compleja, dichas personas cobran por este servicio a quienes juegan y, por lo tanto, se convierte en muchos casos en su trabajo, por el que perciben unos ingresos que, si no son suficientes, algunos los incrementan con la venta de bebida y comida.
Comenzaron a practicar esta actividad un grupo reducido de personas, y poco a poco se incrementaría el número de redes, trasladándose también a otros espacios aledaños, con lo que aumentó el número de jugadores y espectadores. El fenómeno se percibió al inicio con sorpresa y curiosidad por parte de la vecindad, pero tras unos meses se sintió como “invasión de un espacio que ahora ellos no podían utilizar, causándoles además molestias”. Las quejas llegaron a la A.V. Pradera Tercio Terol, quien demandó la intervención del Servicio de Dinamización Vecinal de San Isidro en 2005.
Tras iniciar un contacto durante varios fines de semana con quienes montaban las redes, el SDV logró que tanto estas personas como quienes vendían bebida mantuvieran una reunión con la asociación vecinal. En dicha reunión se alcanzó un acuerdo mediante el cual quienes montaban las redes se comprometían a retirar éstas y dejar de jugar a una hora prudencial, dejar el espacio utilizado limpio y fomentar el uso de contenedores y papeleras. Por su parte, la asociación se comprometió a permitir la utilización de los servicios sanitarios de los que disponían las instalaciones y a solicitar a la Junta Municipal la instalación de más contenedores de basura. Paralelamente, se mantuvieron reuniones con vecinos para recoger sus quejas y propuestas. El acuerdo alcanzado funcionó razonablemente bien durante casi tres meses, pero no erradicó totalmente la venta de bebida. Esto, unido a las reiteradas denuncias de un grupo de vecinos, provocó que la Policía Municipal retirara las redes.
Una nueva asociación
Ante lo sucedido, un grupo de jugadores se dirigieron al SDV para solicitar su intervención; le plantearon su voluntad de organizarse para poder intervenir frente a las autoridades y poder relacionarse de igual a igual con otras entidades del barrio para defender sus derechos como ciudadanos de Madrid. Se constituyó así una nueva entidad, la “Asociación Cultural-Deportiva Hispano Ecuatoriana de San Isidro”, que mantuvo una primera reunión, en la que también participó la Asociación Vecinal Pradera Tercio Terol. Se llegó a una conclusión común: que era preciso ampliar los espacios deportivos dentro del barrio y permitir que se pudieran realizar varias actividades deportivas y no solo el fútbol. Se coincidió además en la necesidad de más equipamientos deportivos polivalentes y en el compromiso de trasladar la demanda a la Junta. La nueva asociación pidió también a los representantes de los vecinos afectados que permitiesen continuar jugando mientras se lograba una instalación definitiva, propuesta que fue rechazada.
La asociación recién creada empieza a madurar una propuesta para regular el ecuavoley. Por ello se plantean tres objetivos: regular la realización de este deporte para evitar una parte de las razones que pudiesen justificar las quejas, que la gestión de ese nuevo espacio se realice por alguna entidad ligada al barrio y dar respuesta a las necesidades deportivas del mismo, siendo también estas instalaciones un lugar de encuentro y conocimiento entre quienes viven en él. La nueva asociación comienza, además, a presentarse a otras personas que están montando redes en zonas cercanas y a otros vecinos, informándoles de los pasos que se están dando; hacen llegar su planteamiento a la Junta por medio de un escrito, impulsado por el SDV y firmado por tres asociaciones vecinales.
Nuevas canchas
El interés y el esfuerzo mostrado, junto al acompañamiento de la A.V. Pradera Tercio Terol, lograron un primer encuentro con la Junta Municipal, que tuvo como consecuencia la instalación de cuatro canchas en el Parque de San Isidro y que dichas canchas fuesen gestionadas por la Asociación Hispano Ecuatoriana, con el compromiso de que en las mismas no se vendiese ni se consumieran bebidas alcohólicas. Las condiciones fueron aceptadas, y desde junio de 2006 se ha estado practicando ecuavoley en las canchas habilitadas para ese fin, logrando que ni se venda ni se consuma alcohol. Todo ello gracias a la actitud firme de la A.C.D. Hispano-Ecuatoriana, que comunicó a los jugadores que si no se implicaban, se verían en la obligación de dejar de utilizar las canchas.
Además es preciso destacar que la A.C.D. Hispano-Ecuatoriana de San Isidro no se creó únicamente para dar respuesta a las personas que quieren jugar al ecuavoley: también ha desarrollado otras iniciativas de carácter cultural, propiciando el acercamiento a la cultura ecuatoriana, creando vínculos directos con la vecindad, etc.
Tras años de gran recorrido conjunto de ambas asociaciones, el proyecto cuenta con cinco canchas y sigue vivo, lo que ayuda a mantener y favorecer la buena convivencia. La A.V. Pradera Tercio Terol y la A.D.C. Hispano-Ecuatoriana se fusionaron hace ya más de dos años para repartir las tareas, creando una comisión gestora de las canchas que gestiona tres de ellas, y hay una nueva asociación de inmigrantes del barrio, la Asociación Cultural y Deportiva Ecuatorianos Unidos, constituida hace más de un año, que se encarga de otras dos, todo ello con el seguimiento de la asociación vecinal y el SDV.


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